Huelva, 23 may (EFE).- La jugadora de bádminton Carolina Marín es ya una "orgullosa" doctora Honoris Causa por la Universidad de Huelva tras ser investida con este reconocimiento, por el que siente "muchísimo orgullo" y que acepta "con una gran responsabilidad" y "alegría".
La campeona olímpica, tres veces del mundo y siete de Europa, además de Premio Princesa de Asturias de los Deportes, ha sumado una distinción que, según reconoció este viernes, "jamás" hubiera imaginado y que hace que se sienta "muy contenta, feliz" en un día "muy importante" para ella.
Marín se ha convertido en la primera persona nacida en Huelva en ser reconocida por la institución académica de su ciudad, la cuarta mujer.
"Aquí en mi tierra, con toda mi gente, rodeada de mi familia y amigos", valoró antes de entrar en el auditorio a rebosar del edificio Jacobo del Barco de la Universidad.
“Las medallas son muy importantes y es la recompensa que cualquier deportista siempre intenta conseguir, pero desde luego que lo más importante son esos valores que quedan y que perduran y sobre todo que le abren un camino a esos niños y niñas de hoy en día", expresó la onubense.
"Que se hayan podido fijar en mí y que yo sea un gran ejemplo para todos ellos, desde luego que lo llevo con mucho orgullo", agregó.
Marín agradeció al profesor Pedro Sáenz, quien propuso su nombramiento, vivir este momento, ya que "una jugadora de bádminton nunca había reparado en la posibilidad de recibir este reconocimiento" y, gracias a ello, ahora está "viviendo un momento único" y una felicidad indescriptible.
La onubense recordó que antes de cumplir los 14 años dejó Huelva para seguir mejorando en Madrid y cómo tuvo el apoyo de sus padres, de quienes se llevó "su ejemplo y sus valores".
También se acordó de su equipo, con su entrenador, Fernando Rivas, al frente, sin el que, dijo, no hubiera ganado "ni una sola de las medallas", ya que el bádminton es "un deporte de equipo" y valoró que, sin ellos, tampoco hubiera regresado tras sus lesiones.
"Me exigieron para rendir al máximo y demostrar que podíamos lograrlo", agregó.
Ensalzó su deporte, en el que "nadie es diferente o mejor por su origen" y en el que hombres y mujeres viven en una situación "de igualdad", con los mismos premios económicos en todos los casos y modalidades, algo que desea que pronto "no sea una excepción" y añadió: "Siento que mi caso ha servido como ejemplo para romper barreras".
El profesor Bartolomé J. Almagro, encargado de imponer la distinción a la deportista, destacó durante la laudatio que Marín es un referente femenino, modelo y ejemplo, "logrando cosas que nunca se han conseguido".
Tras hacer un recorrido por sus inicios, subrayó su nivel de autoexigencia y cómo "empezó a entrenar siguiendo un modelo científico, clave en su camino hacia la elite".
A la investidura de Marín, acudieron la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; y la consejera de Cultura y Deporte de la Junta, Patricia del Pozo, entre otras autoridades políticas, además de universitarias, académicas y deportivas. EFE
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