
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN), dependiente de Presidencia del Gobierno, no ha detectado que la mayor polarización derivada de las guerras de Ucrania y el conflicto en Oriente Próximo entre Israel y Palestina haya provocado la aparición de grupos terroristas o de carácter violento.
"A diferencia de lo que ocurre en otros países de la Unión Europea, esta radicalización no ha desembocado en la constitución de grupos u organizaciones terroristas, ni en la preparación o materialización de acciones de naturaleza violenta", asegura el Informe Anual del DSN, al que ha tenido acceso Europa Press.
Sin embargo, el documento oficial añade que "la polarización y la radicalización social puede derivar en una dinámica violenta que culmine en acciones violentas organizadas o lleguen a constituir una amenaza terrorista".
El DSN constata que la invasión de Ucrania o el conflicto en Oriente Próximo han influido en el crecimiento de estos discursos extremistas, donde "tanto grupos de derecha como de izquierda han utilizado el conflicto para justificar sus propias agendas".
n este sentido, se centra en el incremento en 2024 del radicalismo de extrema derecha, tanto en Europa como en España, "donde redes organizadas difunden ideologías nacionalistas y xenófobas".
Asegura que uno de los discursos predominantes es el rechazo hacia la inmigración, promovido en gran medida a través de redes sociales. A su vez, el radicalismo de extrema izquierda y el anarco-terrorismo, "aunque menos visible", sigue activo en el arco mediterráneo y en España, utilizando causas sociales para justificar disturbios que pueden derivar en actos violentos.