Vigo, 22 may (EFECOM).- El consejero delegado de Singular Bank, Javier Marín, se ha remitido a una cláusula de confidencialidad al ser preguntado este jueves sobre un posible acuerdo con UBS para resolver el conflicto judicial que mantienen por el negocio de la banca privada en España, pero ha aclarado que él no se ha "sentado con nadie".
En enero, Singular Bank ganó, según informó entonces la prensa suiza, un arbitraje judicial en Alemania contra UBS después de que esta entidad volviera a ofrecer servicios de banca privada en España tras hacerse con Credit Suisse, lo que suponía incumplir los compromisos adquiridos en el pasado.
Este jueves, el ex consejero delegado del Banco Santander ha protagonizado la Tribuna "Implicaciones de un nuevo ciclo geoeconómico global" en el Círculo de Empresarios de Galicia, en Vigo, y ha atendido a los medios de comunicación antes de impartirla.
Preguntado por el litigio con UBS, dejó entrever que no ha negociado ningún acuerdo extrajudicial: "Yo no me he sentado con nadie".
Marín ha recordado la "filtración que salió en enero en un diario suizo, de la que luego se hizo eco del resto de la prensa española" y ha afirmado que "poco más" puede decir porque tienen "un acuerdo de confidencialidad" y a él le "gusta respetarlo".
No obstante, ha afirmado que "lo que ha salido" en los medios de comunicación "hasta ahora no va mal encaminado" y ha mantenido que está "súper tranquilo con la posición" que tiene su banco.
En 2021, UBS firmó la venta de su división de banca privada en España, creada a finales de los noventa, a Singular Bank, en unos 200 millones y los suizos prometieron a la entidad española, especializada en gestión patrimonial y muy orientada a la banca digital, que no volverían a hacer banca privada en España, un pacto de no competencia habitual en este tipo de transacciones.
Sin embargo, dos años después, tras la crisis de Credit Suisse, UBS se hizo con esta entidad suiza que, sin embargo, mantenía su negocio de banca privada, lo que le permitió recuperar esta actividad y, a ojos de Singular Bank, incumplir lo acordado, por lo que decidieron llevar a UBS a los tribunales en Fráncfort.
Sobre el contexto económico, Marín se ha referido a los cambios que "se están acelerando en términos de desglobalización y de reconfiguración del orden mundial" y se ha mostrado "optimista" en las previsiones.
"En el corto plazo, a pesar de toda esta incertidumbre, no vamos a ver nada especial, no va a haber grandes cambios, quizá la economía un poquito más débil de lo que preveíamos en diciembre, antes de que pasara todo esto", ha indicado.
Ha destacado que con la "posición un poco más pragmática" del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "las posibilidades de recesión" en Norteamérica "han disminuido de una manera notable", si bien sigue "todo muy incierto" por cómo pueden concluir los acuerdos comerciales y el impacto que pueda tener en precios, en inflación y en las políticas monetarias en los países.
Para él, esa situación supone "una oportunidad histórica para fortalecer un proyecto europeo, en términos de mayor integración, menos regulación, menos trabas burocráticas e integración de mercado bancario y de capitales que fomenten el crecimiento de la economía y de las empresas europeas".
Así, ha recordado que en Europa "el problema siempre" han sido los 'pigs' -Portugal, Italia, Grecia y España- y "ahora el problema en Europa está en la Europa industrializada".
"Eso genera un germen muy interesante para buscar esa mayor integración y empezamos a ver señales, como lo que está pasando en la defensa, lo que va a pasar en la energía, donde en Europa ya nos hemos despertado del sueño de una energía barata y además ilimitada viniendo de Rusia, o alimentación", ha reflexionado. EFECOM
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