Jugar a fútbol sin ver, un gran reto hasta para jugadores profesionales

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Aketza Martín Román

Terrassa (Barcelona), 22 may (EFE).- Nacer o quedarse sin visión supone un reto mayúsculo en el día a día de las personas invidentes, además de una dificultad añadida a la hora de llevar a cabo actividades que muchos otros individuos disfrutan, como jugar al fútbol.

Para concienciar a la sociedad sobre cómo viven estas acciones, la ONCE de Terrassa (Barcelona) y el equipo de fútbol Terrassa FC han organizado una actividad en la cual tres jugadores del primer equipo se han puesto en la piel de sus homónimos ciegos que participan en las categorías adaptadas.

Los participantes en este encuentro han fallado la mayoría de los pases y penaltis que han efectuado, pero sus errores solo han puesto en valor la dificultad de practicar un deporte sin uno de los sentidos.

"Cuando has perdido la vista o has nacido sin ella, el poder llegar a llevar a cabo la mayor parte de actividades que harías sin problemas de visión es muy importante", ha explicado a EFE el director de la ONCE en Terrassa (Barcelona), José Juan Rodríguez, ya que implica que "la persona (ciega) se pueda sentir totalmente realizada en algo que le gusta" y pueda "superar mucho antes su problemática visual".

De este modo, Gil Muntadas, Aythami Perera y el portero del equipo Marcos Pérez se han puesto a las órdenes del seleccionador de España de fútbol sala adaptado en las categorías B2 y B3, Xavi González, el cual ha recreado las condiciones con las que los futbolistas con discapacidad visual juegan los partidos.

Para empezar, Muntadas, Perera y Pérez se han puesto unas gafas especiales que reducían su campo de visión del mismo modo que las personas que padecen alguna patología visual y que juegan al fútbol.

En el fútbol adaptado para personas con discapacidad visual existen tres categorías: la B3 y B2, para jugadores que aún tienen alguna pequeña capacidad visual, y la B1, para personas con alto nivel de ceguera.

"B2 y B3 es lo más parecido al fútbol sala convencional, el terreno es igual o parecido dónde lo que buscamos es un contraste de color entre el balón y la pista, que haya una iluminación constante y regular durante todo el partido y el portero, que es vidente, no puede salir del área", ha resumido para EFE el seleccionador.

Los jugadores del Terrassa FC Muntadas, Perera y Pérez han probado primero las gafas especiales que emulaban la situación de los ciegos de las categorías B3 y B2.

A continuación, el reto ha subido sustancialmente la dificultad, puesto que González les ha puesto un antifaz totalmente opaco.

De esta manera, los futbolistas profesionales han jugado totalmente a oscuras, como lo hacen los jugadores de la categoría B1, que sufren una ceguera total o prácticamente total, es decir, que solo pueden intuir objetos a muy pocos centímetros de la cara.

En los partidos B1, las reglas sí que cambian, ya que, para empezar, los partidos se deben jugar al aire libre en campos de césped delimitados por vallas laterales para evitar que la pelota salga del campo, además de la aparición de la figura del guía, que con su voz encamina a su equipo hacia su objetivo.

Las únicas referencias de los jugadores del Terrassa FC han sido tanto los cascabeles que el balón sonoro tiene dentro como las voces de los guías, que los han orientado hasta sus destinos, por ello González ha insistido en que, tanto la instalación como el público asistente a partidos de fútbol de esta categoría esté en silencio: "Lo importante es que los jugadores, a nivel acústico, reciban los 'inputs' de las adaptaciones".

El reto principal ha sido la tanda de penaltis, que necesitan un ritual previo antes de poder efectuar el chute, en el que primero el guía da golpes a los palos de la portería para orientar al lanzador y, a continuación, se le dice la posición del portero y las instrucciones de hacia dónde tiene que dirigir el balón.

Solamente Aythami Perera ha sido capaz de marcar y, al finalizar la sesión especial de fútbol, ha expresado ante los medios su reconocimiento a los deportistas de fútbol para invidentes: "Sentía incluso soledad y miedo, a la hora de correr, de jugar, de chutar, de fallar...". EFE

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