Madrid, 21 may (EFE).- El acceso precoz y el consumo normalizado de pornografía es un problema reconocido, pero también el elefante en la habitación de familias y profesorado. Ahora, una guía impulsada por Igualdad y Derechos Sociales quiere enseñar a los adultos a abordar esta difícil conversación con adolescentes.
Se trata de la 'Guía Andrea sobre pornografía para profesionales y mediadores juveniles', una iniciativa de la Asociación APLEC Inclusión más Igualdad elaborada por el grupo de investigación Viosex, que ha sido presentada este miércoles en el Ministerio de Igualdad.
El documento, disponible en la web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, persigue cinco objetivos: concienciar sobre los efectos de la pornografía, desarrollar un pensamiento crítico, fomentar una sexualidad saludable, prevenir conductas nocivas y violentas y ofrecer estrategias y recursos para que la juventud pueda reducir o eliminar el consumo de porno.
"¿Tu consumo de pornografía es algo que realmente te interesa?, ¿es una forma de encajar y sentirse parte de un grupo?, ¿lo haces porque es lo normal?", son algunas de las cuestiones que plantea para reflexionar junto a chicos y chicas. También invita a pensar en si interfiere en sus relaciones personales, sus estudios o su bienestar emocional, o si se sienten culpables tras verlo.
Pone el foco en cómo derribar falsos mitos, tales como que el porno es una escuela para aprender a tener relaciones sexuales saludables o simple entretenimiento, que el deseo sexual masculino es una necesidad o que el contenido pornográfico refleja con realismo la sexualidad.
También ofrece orientación para hablar de placer, deseo, consentimiento y empatía.
El documento parte de la premisa de que la pornografía constituye para la mayoría de la juventud su primer contacto con el sexo debido a la ausencia de una educación afectivo-sexual tanto en el entorno familiar como en el currículo escolar: "Por lo tanto, lo que ven en estas páginas pornográficas determinará su comprensión de la sexualidad y las relaciones sexuales", se lee en la guía.
Asimismo, enfatiza la relación entre la pornografía y la perpetuación de la violencia sexual y explicita cómo el porno distorsiona la sexualidad.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación que "los datos sobre pornografía y menores de edad son muy preocupantes" porque la edad media de acceso a este contenido son los 10 años y a partir de los 16, el 98 % de los chicos y el 78 % de las chicas lo buscan activamente.
La delegada ha denunciado los efectos y la incidencia que la pornografía tiene en la violencia sexual y ha asegurado que no se puede mirar para otro lado.
En este sentido, ha apuntado que la guía se enmarca en las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género orientadas a la educación afectivosexual de los menores de edad.
La finalidad del documento, ha explicado, es dotar a profesionales que trabajen con adolescentes y a los progenitores de herramientas eficaces para poder hablar de la sexualidad y la pornografía con "claridad, naturalidad y tranquilidad". EFE