Sanidad prepara un plan para fortalecer el sistema sanitario ante apagones para 2027

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Madrid, 21 may (EFE).- El Ministerio de Sanidad y las comunidades han acordado este miércoles elaborar y poner en marcha en 2027 un Plan Marco de Actuación ante Situaciones de Insuficiencia de Suministros Esenciales, que fortalecerá el sistema sanitario ante episodios como el apagón del pasado 28 de abril, con especial atención a pacientes electrodependientes.

Con este objetivo, tal y como ha establecido el pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se creará un grupo de trabajo, coordinado por el Ministerio, que empezará a funcionar este mismo mes de mayo. La previsión es que pueda entregar la versión definitiva del plan de contingencia en junio de 2026.

Los doce meses siguientes se dedicarían a la implantación efectiva y coordinada de las medidas propuestas y a su seguimiento, según ha informado el departamento que dirige Mónica García.

Aunque los hospitales pudieron funcionar con relativa normalidad durante el apagón, el 28 de abril se evidenció la necesidad de reforzar el sistema sanitario ante fallos en infraestructuras críticas, ya que otros ámbitos asistenciales, como centros de salud, farmacias o residencias, sí que se vieron más afectados.

De este modo, el plan perseguirá varios objetivos, el primero, mejorar la coordinación interterritorial e intersectorial en la respuesta a emergencias mediante canales de comunicación sólidos y listos para ser utilizados en cualquier momento entre el Ministerio y las comunidades para lanzar alertas predefinidas en función de umbrales de riesgo compartidos y paliar de forma ordenada las situaciones de desabastecimiento.

También se diseñarán procedimientos de cooperación con otros sectores clave (operadores eléctricos y de telecomunicaciones, empresas de abastecimiento de agua y de gasoil, cuerpos de seguridad del Estado, protección civil y emergencias, departamento de seguridad nacional…) para que el sector sanitario esté plenamente integrado en los mecanismos de respuesta nacional a emergencias, con apoyo mutuo entre regiones y niveles administrativos cuando sea necesario.

Otro de sus objetivos será el de garantizar la continuidad asistencial durante interrupciones de suministros esenciales, minimizando el impacto en la salud de la población y en la calidad de la atención sanitaria, asegurando que hospitales, centros de salud y otros servicios críticos puedan seguir lo más operativos posible ante estas situaciones.

El plan prestará especial atención a los pacientes más vulnerables a la falta de suministros, como los electrodependientes (que requieren dispositivos eléctricos o respiración asistida domiciliaria) y personas con discapacidad y de edad avanzada.

Además, recogerá otro tipo de casuísticas como la conservación de medicamentos esenciales que requieren refrigeración (por ejemplo, vacunas o insulinas), y en la continuidad de los sistemas de información y comunicación sanitarios involucrados en funciones críticas, como la atención de urgencias y la cadena terapéutica.

Del mismo modo, tratará de fortalecer la resiliencia del SNS frente a emergencias mediante la preparación anticipada de recursos técnicos, humanos, formativos y organizativos.

Por último, desarrollará un marco común nacional de actuación, protocolos y guías técnicas de forma coordinada, que sirvan de referencia para que cada comunidad elabore, revise o actualice sus planes de contingencia locales y los de sus centros.

Este marco definirá umbrales, procedimientos claros y roles y responsabilidades de cada nivel (nacional, autonómico y local) ante fallos en suministros críticos, respetando el reparto competencial y estableciendo unos mínimos niveles de contingencia para todo el SNS, partiendo de lo ya existente en las comunidades mediante aprendizaje cruzado. EFE