Madrid, 20 may (EFE).- El portavoz de la mezquita de Ripoll Hamid Barbach ha asegurado este martes que desconocía los antecedentes penales del imán Abdelbaki Es Satty, cerebro de los atentados yihadistas perpetrados en Cataluña en 2017, porque no existían los controles actuales que obligan a las comunidades islámicas a informar a las fuerzas de seguridad de los imanes que contratan.
Durante su comparecencia ante la comisión de investigación parlamentaria impulsada por Junts sobre los atentados de Las Ramblas de Barcelona y Cambrils (Tarragona) el 17 de agosto de 2017 que causaron 16 muertes, Barbach ha reconocido que agentes de la Policía Nacional visitaron la mezquita "dos veces" antes del ataque y preguntaron de forma genérica sobre la comunidad o si existían quejas de algún fiel.
Varios diputados han incidido en preguntar al portavoz de la mezquita de Ripoll sobre el perfil de Es Satty, su pasado en prisión para cumplir una condena por tráfico de drogas o sus vínculos con el radicalismo.
El compareciente ha dicho que en la mezquita nadie sabía de estos antecedentes. "Cómo iba a saber si los tenía, antes no sabíamos eso. Para fichar a un imán se hacía como en una empresa, solo con el alta de la Seguridad Social", ha respondido antes de explicar que los requisitos que había para contar con un nuevo imán era solo "si sabía de la religión o memorizaba el Corán".
"Si hubiéramos sabido de estos antecedentes no le habríamos contratado", ha añadido.
Barbach ha apuntado que, a partir de los atentados, las mezquitas tienen que pedir a los nuevos imanes un certificado de antecedentes penales e informar a las fuerzas de seguridad.
A preguntas del PSOE y del PP, ha dejado claro que en la mezquita no observó ningún comportamiento extraño ni entre el imán ni con los jóvenes a los que captó y que conformaron la célula terrorista, pero ha deslizado que no podían estar detrás de la gente "fuera de la mezquita". EFE
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