Castellón, 20 may (EFE).- El expresidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial Carlos Fabra ha asegurado este martes ante el jurado, en el juicio en el que se le acusa de un delito de cohecho junto al expiloto Álex Debón, que pidió al deportista dinero por su situación de falta de liquidez y aún no se lo ha podido devolver por una razón: "No tengo donde caerme muerto".
Fabra ha hecho estas afirmaciones a preguntas de su abogado, las únicas que ha aceptado contestar, en la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Castellón donde la fiscalía le pide una pena de tres años de prisión por haber cobrado, supuestamente, 360.000 euros de Debón en concepto de comisión ilegal a cambio del patrocinio de Aerocas, empresa pública gestora del aeropuerto de Castellón, al equipo de motociclismo del expiloto, por 3,6 millones de euros.
El exdirigente del PP ha negado que este dinero que recibió del expiloto se correspondiera con una "mordida". "Si hubiera sido una mordida no habría sido por transferencias -totalmente legítimas- sino que me lo habría dado en mano", ha explicado.
Fabra ha declarado que tuvo "problemas fiscales" y "necesitaba tesorería" porque tenía las cuentas embargadas. Así, debido a la relación de "amistad" que le unía con Debón, que se forjó a raíz del patrocinio de Aerocas -cuando él era presidente- al expiloto, le pidió el dinero para tratar de salir del "apuro".
Según ha explicado, le ofreció como garantía a esos préstamos a Debón unas parcelas en La Coma, en Borriol, aunque el expiloto luego le dijo que no le interesaban y prefería la fórmula del préstamo, por motivos fiscales.
Así, ha relatado que fue recibiendo el dinero vía transferencia. Después no pudo hacer frente a esa deuda -"y lo siento", ha señalado- y tampoco pudo entregar las parcelas que quería poner como garantía porque "Hacienda" se las "quitó todas".
Fabra ha señalado también "entender" la demanda que le puso Debón por el impago, y tras admitir que es "deudor" y que le gustaría devolvérselo "cuando pueda", ha añadido: actualmente, "no tengo donde caerme muerto".
Por su parte, Álex Debón ha indicado que le dio ese dinero a Fabra porque se "lo pidió para defenderse en los tribunales, para pagar a los letrados y no entrar en la cárcel", aunque "por desgracia finalmente entró". Carlos Fabra, de 79 años, está apartado de la vida política desde que cumplió condena en la prisión de Aranjuez (Madrid) tras ser condenado por delitos fiscales en 2013.
El acusado ha indicado que le transfirió 360.000 euros en cinco ocasiones entre 2010 y 2011, según se "lo iba pidiendo para ir pagando abogados", y que no formalizó ningún contrato por escrito en principio porque su equipo jurídico "pensó que haciéndolo a posteriori era suficiente".
Fue en noviembre de 2011 cuando, a instancias de una inspección de la Agencia Tributaria, se hizo el documento de parte del préstamo y otra parte se plasmó en un documento en 2014.
En cuanto al patrocinio, Debón ha indicado que fueron a buscarle Carlos Fabra, Juan García Salas (que era director general de Aerocas) y Gerardo Camps (exvicepresidente del Gobierno valenciano) y ha lamentado que ese patrocinio se le pagara con cuatro años de retraso y un descuento. "Tarde, mal y nunca", ha apostillado.
Sobre su relación con Fabra ha dicho que era de amistad, pero, a preguntas de la fiscal sobre si era íntima, ha aseverado: "No me acuesto con él". También ha asegurado que lleva diez años intentando cobrar los 360.000 euros pero "usted lo ha impedido todo", en referencia a la fiscal.
A preguntas de la abogada que representa a Aerocas sobre por qué seguía prestándole dinero a Fabra si él no iba devolviéndoselo, el expiloto ha dicho que todas las noches lo piensa: "Confié mis ahorros a la persona equivocada y ahora me veo aquí sentado".
El juicio continuará este miércoles con la exposición de los informes de las partes, que darán pie a la deliberación del jurado. EFE