Una patronal dividida elige mañana entre Cuerva y De Miguel para liderar Cepyme

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Madrid, 19 may (EFECOM).- Una patronal dividida elige el martes al líder de Cepyme para los próximos cuatro años, tras una crispada campaña en la que el actual presidente, Gerardo Cuerva, quiere revalidar el cargo, en contra de la apuesta de la dirección de CEOE por un liderazgo renovado con Ángela de Miguel al frente.

Los 505 vocales representantes de las 147 organizaciones territoriales y sectoriales de Cepyme están llamados a participar en la asamblea electoral de mañana para elegir al próximo presidente y a su Comité Ejecutivo, en una votación que estará abierta durante un par de horas desde el mediodía.

Ambos candidatos ven clara su victoria en un proceso que podría decantarse por pocas papeletas y en el que el sufragio es presencial, si bien se permite delegar el voto en otros asistentes.

Apoyada por el líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, la candidatura de De Miguel, actual presidenta de CEOE Valladolid, busca el relevo de Cuerva al frente de las pymes tras una gestión y posicionamientos cuestionados por el propio Garamendi.

El conflicto comenzó a trascender a principios de año, después de publicarse que Garamendi estaba buscando un candidato alternativo a Cuerva para la presidencia de Cepyme tras las desavenencias surgidas entre ambos.

Garamendi ofreció a Cuerva un puesto relevante con proyección internacional a cambio de que renunciara a un nuevo mandato, algo que el segundo rechazó dejando clara su intención de seguir liderando la patronal de las pymes.

Tras esto, comenzaron los movimientos en el seno de las patronales empezando por el sistema de voto.

A mediados de febrero, la Junta Directiva de Cepyme aprobó un cambio en su reglamento interno para limitar la delegación de voto, una modificación elevada por Cuerva, pese a que se había rechazado previamente en el Comité Ejecutivo.

La modificación buscaba "promover la libre participación de las asociaciones" garantizando un sistema de voto por persona, lo que, a priori, favorecería la candidatura de Cuerva frente al sistema vigente que permite delegarlo.

Las formas y las consecuencias de esta modificación, que finalmente no ha llegado a materializarse, enrarecieron más el ambiente y elevaron la tensión entre las patronales con informes jurídicos enfrentados y acusaciones cruzadas sobre la necesidad de unas elecciones "limpias".

Durante el proceso han, planeado los términos de "guerra sucia", con algunas informaciones que salpicaban a la cúpula de CEOE; así como acusaciones de Cuerva acerca de "presiones" ejercidas por el entorno de Garamendi a los llamados a votar mañana.

Cuerva pide el voto personal y secreto, y llama a avanzar hacia una organización con "voz propia" para defender los intereses específicos de las pymes y comprometida con la libertad de empresa sin renunciar a la unidad de acción empresarial.

De Miguel, por su parte, aboga por una organización empresarial que sea útil a las pymes y más reivindicativa en el ámbito sociolaboral, y que sea capaz de influir "en las políticas públicas", en contraposición al liderazgo actual que considera alejado de la realidad de las empresas. EFECOM