Palma, 19 may (EFE).- Un equipo multidisciplinar en el que participa la UIB ha puesto en marcha el proyecto 'AI BeeGuard', una iniciativa de 3 años que combina inteligencia artificial (IA), estudios genéticos y participación ciudadana para combatir las avispas invasoras que amenazan la apicultura europea.
El objetivo es proteger las colmenas con tecnología avanzada y estrategias innovadoras, de especies depredadoras que se han convertido en una pesadilla para los apicultores europeos como la Vespa velutina nigrithorax, Vespa orientalis y Vespa bicolor, ha informado la UIB en un comunicado.
Estas tres avispas invasoras han devastado colmenas, han reducido la población de abejas y han generado pérdidas importantes para el sector, a la vez que suponen un peligro para la biodiversidad.
El proyecto lo encabeza un equipo multidisciplinar de la Universidad de Baleares (UIB), en colaboración con la Universidad de Girona y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Imedea (CSIC-UIB).
Lnvestigadores proponen soluciones tecnológicas innovadoras, como la implantación de sistemas automatizados de detección mediante visión por computador y sensores ópticos que identifican avispas en tiempo real. Los científicos trabajan en el desarrollo de algoritmos de reconocimiento de imágenes capaces de diferenciar especies de avispas con un 95 % de precisión.
Estos sistemas se pondrán a prueba en varios apiarios de la Península, con la colaboración de apicultores.
Los investigadores van a desarrollar una aplicación móvil dirigida a apicultores para hacer el seguimiento de las especies y contribuir a mapear su distribución.
La doctora Mar Leza, investigadora principal, ha explicado que el proyecto "no solo busca contener la expansión de las avispas, sino crear herramientas accesibles que empoderen a los apicultores".
También prevén instalar estructuras físicas delante de las colmenas para protegerlas. Se usan para capturar las avispas que intentan depredar sobre las abejas en los mismos colmenares.
Además, ya están elaborando un manual de buenas prácticas para apicultores y gestores públicos, basado en datos científicos, con información sobre los métodos de control más eficaces para gestionar estas especies invasoras.
Leza explica que las avispas no solo matan a las abejas, sino que les generan "un estrés crónico que debilita las colonias" de manera que "las obreras evitan salir a recolectar, las reservas de alimento se agotan y las reinas dejan de poner huevos".
Estas especies se encuentran en expansión, probablemente por el comercio y el transporte de mercancías a escala global. "Necesitamos tener más información para poder determinar cómo y por dónde han llegado; si lo supiéramos, se podrían establecer las medidas necesarias para impedir o dificultar su expansión", ha indicado.
Para resolver esta incógnita, los investigadores prevén realizar estudios genéticos de los ejemplares capturados para seguir el rastro de su expansión. La extracción y secuenciación del ADN de las avispas puede ayudar a determinar las relaciones genéticas entre las diferentes poblaciones y mostrar cómo ha sido su proceso de dispersión por el territorio.
Realizarán campañas en zonas afectadas de Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia y el País Vasco. Ademas ya están adquiriendo muestras de otras zonas invadidas de Europa y de la zona nativa.
También se prevé llevar a cabo campañas en la isla de Mallorca, donde la llegada de estas especies podría tener un fuerte impacto en el frágil equilibrio insular.
Con un coste anual de gestión de invasiones que supera los 50 millones de euros en Europa, 'IA BeeGuard' representa un paso crucial para proteger tanto la biodiversidad como una industria clave para la seguridad alimentaria global, por medio de la combinación de tecnología punta y conocimiento ecológico.
El equipo de investigadores de la UIB lleva años tras la pista de las avispas invasoras. Fueron los primeros en confirmar la presencia de la avispa asiática en Mallorca (2015) y participaron de manera activa en su erradicación (2020), desarrollando una aplicación móvil (Vespapp) e impulsando campañas de colaboración ciudadana que permitieron detectar gran parte de los nidos de esta especie en la isla.
Durante estos años, el equipo ha trabajado también en el análisis genético de los nidos detectados, que ha permitido confirmar que ha habido como mínimo dos introducciones independientes en la isla.EFE
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