Begoña Fernández
Madrid, 17 may (EFE).- Cómo explicar las crisis de refugiados a un niño es el propósito de 'El viaje de Abril', un libro infantil, de la editorial NubeOcho, que quiere comenzar con los más pequeños un diálogo sobre las crisis migratorias a fin de acabar con los discursos de odio y fomentar la empatía y la conciencia social.
El libro, recomendado a partir de los 4 años, acaba de llegar a las librerías españolas donde se puede encontrar en castellano, catalán, gallego y euskera, y está prevista su traducción al inglés para su publicación en Estados Unidos a primeros de 2026 "donde hace mucha falta este discurso de concienciación", explica en una entrevista a EFE el coautor de la obra Luis Amavisca.
Abril y Julio son nombres alegóricos de los protagonistas, que huyen de la guerra y que "no representan a ningún país en concreto", si bien el dibujo de una niña rubia puede recordar a los refugiados sirios o ucranianos, mientras que Julio, de tez morena, podría simbolizar a los desplazados en Sudán.
"Abril simboliza esa primavera que viene tras un largo invierno, y Julio es el verano, la consecuencia. Los niños se unen en un viaje que emprenden juntos", relata Amavisca, autor de otros libros infantiles de temática social.
"No es el libro típico con final feliz, pero sí esperanzado" dice Amavisca, que insiste en la importancia de que los más pequeños sepan de estas realidades.
"Muchas veces los niños preguntan por estos temas y las familias lo evitan por suponer que es un mensaje duro. Siempre es mejor comenzar un diálogo, porque de lo que no se habla no existe y no es justo invisibilizar a las personas que lo sufren", subraya el coautor.
Este álbum ilustrado está publicado en colaboración con Amnistía Internacional España, y al comprar el libro se dona un euro a la ONG para su trabajo por las personas migrantes y refugiadas.
El ilustrador Francesc Rovira explica que la idea del libro es resaltar los valores de solidaridad y amistad, y como los niños se ayudan en un trance extraordinariamente difícil.
Y en ese peregrinaje aparece un barco de papel (una balsa simbólica que surge en el horizonte y salva sus vidas) "y que podría ser el barco de Open Arms o cualquier organización comprometida... todo son metáforas. Lo suyo es identificarlo con gente que ayuda", señala el dibujante.
Rovira explica que las ilustraciones están hechas a lápiz de color y con una técnica suave porque no hay que empeñarse en dibujar un escenario de guerra: "Lo evidente es fácil de dibujar, lo difícil es ilustrar lo que no es tan evidente, por eso hay peluches y el intento de lograr una imagen más reconfortante. La vida ya de por sí es dura".
El portavoz de Amnistía Internacional España, Daniel Vilaró, ha ofrecido datos de Naciones Unidas sobre este drama.
Actualmente, hay 50 millones de niños refugiados en el mundo, un 40 % del total de desplazados. Hay refugiados por conflictos armados, por violencia interna, por desastres naturales e incluso por la influencia del cambio climático.
Vilaró apunta a la doble discriminación que sufren los menores refugiados: la separación familiar y el riesgo de ser víctimas de explotación y violencia.
Desde Amnistía esperan que el libro contribuya a sensibilizar la situación de los menores no acompañados, especialmente cuando se encuentran en migración forzada. EFE
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