Biodiversidad cultivada: fórmula eficaz para afrontar la crisis climática, según experta

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Pedro Pablo G. May

Madrid, 17 may (EFE).- Dar prioridad a la compra pública alimentaria ecológica, impulsar la autoproducción de semillas en huertos urbanos comunitarios y apoyar los mercados locales son algunas de las medidas contempladas en el Manifiesto de Granollers para potenciar el concepto de biodiversidad cultivada y ayudar a frenar la crisis climática desde la agroecología.

  Así lo ha explicado a EFE la ingeniera agrónoma María Carrascosa, de la secretaría técnica de la Red de Municipios por la Agroecología, quien ha advertido de que "tenemos una serie de emergencias globales encima de la mesa y la climática es una de ellas" y, para revertirla "necesitamos biodiversidad cultivada que nos permita dotar de salud al planeta y a las personas que habitamos en él".

La biodiversidad cultivada atañe a la potenciación en la variedad de especies del sector primario, desde plantas hasta animales u hongos, incluyendo polinizadores y microorganismos básicos, que permite garantizar la seguridad alimentaria pero también la salud de los ecosistemas.

Carrascosa fue una de las participantes en el reciente simposio europeo 'Fomentar la biodiversidad cultivada mediante políticas alimentarias locales' organizado por la localidad barcelonesa de Granollers y la Red de Municipios por la Agroecología, que reunió a más de un centenar de responsables políticos, técnicos y de la sociedad civil y concluyó con la presentación del llamado Manifiesto de Granollers.

Este texto plantea la posibilidad de que, en 2050, todos los municipios europeos cuenten con políticas alimentarias que "contribuyan a generar alimentos sostenibles y saludables dentro de los límites planetarios, garantizando además la viabilidad económica de sus comunidades". 

"Lo más interesante del manifiesto es que vamos a encontrar cómo hacerlo desde la política municipal", subraya, ya que incluye propuestas concretas así como "los cambios políticos que tienen que hacer otros niveles de la administración pública superiores al municipio, desde las Comunidades Autónomas a la Unión Europea".

El documento incluye líneas de acción en media docena de puntos: gobernanza, dietas, equidad social, producción, distribución y desperdicio alimentario, dentro del marco de trabajo del Pacto de Políticas Alimentarias Urbanas de Milán.

 "La apuesta de la agricultura industrial está basada en el monocultivo", ha lamentado Carrascosa, quien ha recordado que "como un 70 o un 80 % de nuestras calorías se basan en muy pocos cultivos, en seis o siete cereales" y eso "no trae sostenibilidad ambiental".

Para proporcionar salud "a las personas, al medio ambiente y al planeta tenemos que ir a una dieta muy basada en lo vegetal y muy variada", ha defendido, señalando que "cuando vas al médico lo primero que te dice es que tienes que comer de todo y que tu plato sea colorido".

Una de las propuestas en ese sentido es la compra pública para comedores escolares "como está haciendo por ejemplo Lyon (Francia) que está recuperando variedades locales, produciendo semillas en una finca pública para cultivar hortalizas locales", lo que permite "cerrar el círculo" del consumo alimentario en la propia localidad.

La Unión Europea "está generando ahora una estrategia sobre compra pública que establecerá las reglas sobre las que tiene que pivotar la compra pública en Europa" que debería incluir "todo el acompañamiento normativo, político y financiero".

La agenda de la sostenibilidad "ha quedado a un lado" en Bruselas durante los últimos meses ante la situación geopolítica, por lo que "ahora mucho más que antes, nos toca seguir peleando y planteando esta agenda" ya que "nos va la vida en ello, la nuestra y la de los ecosistemas," y, además, Europa es "el espejo en el que se mira el resto del mundo".

En España, "hay que trabajar mucho pero hay camino avanzado con ciudades que están haciendo un trabajo maravilloso" según Carrascosa, quien ha citado entre otros ejemplos los huertos urbanos de Barcelona o de Rivas-Vaciamadrid (Madrid), la incubadora de proyectos agroecológicos de Vitoria o la recuperación de variedades locales en Aínsa (Huesca).

El Manifiesto de Granollers será presentado ahora en el próximo foro global del Pacto de Milán, en una reunión de responsables municipales que se celebrará "en torno al 16 de octubre" de este mismo año en la ciudad italiana y, a nivel nacional, en Orduña (Vizcaya) a mediados de noviembre. EFE