Zaragoza, 16 may (EFE).- Rodrigo San Miguel, entrenador de Casademont Zaragoza, se ha mostrado confiado de que sus jugadores sean capaces de ofrecer ante el Surne Bilbao el buen trabajo que han realizado durante la semana y que la jornada anterior ante el colista Covirán Granada no fueron capaces de hacer.
"El primer paso que tenemos que dar es cambiar. Ante Granada veníamos de una semana muy buena y no supimos reflejarla en el partido. Lo que intento hacerles ver es que, más allá de meter o no meter, hay que dar un paso adelante en energía e intensidad", ha explicado.
El técnico rojillo ha reconocido que la derrota ante los granadinos fue "dura y mentalmente el primer y segundo día costaba analizarla y asimilarla".
Por todo ello, San Miguel quiere olvidar lo ocurrido ante Granada y pensar en Bilbao porque tienen "un reto muy importante, que es conseguir la mejor posición posible".
El Surne Bilbao, además, es un rival directo ya que se encuentra a una sola victoria, y, aunque tras ganar la Copa de Europa FIBA pueden tener plaza en Europa la próxima temporada, por eso el zaragozano está convencido de que "saldrán a tope en busca de la victoria y más en casa.
"Si ganamos cogeríamos confianza y tranquilidad para una posible mejora de posiciones", ha insistido.
San Miguel no ha dudado en calificar como "duelo especial" el tener enfrente en el banquillo a Jaume Ponsarnau, con el que "me une una relación muy especial.
"Fue mi entrenador cuatro años y para mí es un orgullo enfrentarme a él como entrenador", ha afirmado.
Para este partido, San Miguel seguirá sin poder contar con Jaime Fernández, mientras que Marco Spissu continúa "entre algodones. Llegó justo al partido contra Granada. No ha hecho una semana completa y hay que tener mucho cuidado con él", apuntó. EFE