Lanzan manual con medio millar de prácticas sostenibles para afrontar el cambio climático

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Madrid, 16 may (EFE).- El 'Manual de Buenas Prácticas para un estilo de vida resiliente y adaptado al cambio climático' elaborado por la Asociación Vida Sana (AVS) y financiado por la Fundación Biodiversidad recoge cerca de 500 propuestas encaminadas a inspirar un estilo de vida bajo en emisiones y adaptado a los desafíos climáticos.

El documento está enmarcado en el proyecto 'CompartoClima', impulsado por estas dos entidades para contribuir a los propósitos del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 y resume las ideas y experiencias de cerca de un millar de visitantes a las ferias BioCultura de Madrid, Barcelona y La Coruña -organizadas por AVS-, así como a la de Bioterra en Irún (Guipúzcoa).

Las propuestas están agrupadas en 8 ámbitos: alimentación, movilidad, vivienda, consumo y residuos, agua, finanzas, ocio y cuidados y participación comunitaria y política.

Destruyendo mitos

El manual destaca, entre otros puntos, que la zona de residencia influye en la adopción de prácticas resilientes y que las "contingencias climáticas" más percibidas por las personas encuestadas son las olas de calor y la sequía.

Uno de los principales hallazgos de este trabajo es que las personas con mayores limitaciones económicas tienden a estar más implicadas en prácticas resilientes, en contra de la idea de que éstas están reservadas únicamente para personas privilegiadas, ha explicado la socióloga y antropóloga responsable de la investigación y autora del manual, Katia Scherer.

Por ello reivindica la importancia de "deconstruir el mito de la ecología elitista" ya que las personas que han participado en el estudio son "comunes y corrientes, representantes de la clase media española" hasta el punto de que "un 40 % de los participantes declara tener dificultades para llegar a fin de mes, ya sea de forma regular u ocasional".

De hecho, muchos de ellos comentaron que fueron sus restricciones financieras las que les impulsaron a adoptar prácticas más sostenibles y que contribuyen a aumentar la autonomía y reducir los gastos generales.

Los resultados de las encuestas revelan que las áreas rurales y periurbanas ofrecen más oportunidades para cambios resilientes en la vivienda, las finanzas, la alimentación y el ocio, mientras que las urbanas favorecen la movilidad sostenible.

Además, la implicación en la resiliencia tiende a aumentar con la edad: las personas mayores de 60 años se muestran mas receptivas en todos los ámbitos resilientes, en especial en ocio y participación comunitaria, mientras que las que tienen entre 18 y 29 presentan mayor compromiso con las prácticas de ahorro de agua.

El manual también destaca la importancia de "pasar de una economía basada en nuestros deseos a una economía centrada en nuestras necesidades" y, para ello, aconseja cuestionar el consumo en el hogar, ya que "el verdadero costo de nuestras formas de vida no sólo se mide en dinero, sino también en la huella ambiental y social que dejamos".

Otros consejos para el desarrollo de la resiliencia aluden a "respetar el ritmo y las circunstancias individuales" y "evitar la perfección: es mejor que muchas personas hagan un poco a que pocas hagan todo perfecto".

Entre las recomendaciones para afrontar esta tarea figuran: hacer cambios graduales y empezar por lo más básico como ahorrar agua y energía; dar prioridad a las acciones colectivas, ya que "participar en la comunidad multiplica el impacto y hace mas gratificante el proceso" o no "sucumbir ante el discurso colapsista de que es demasiado tarde y nuestras acciones no tienen impacto".

El Manual concluye con una serie de 26 entrevistas a sendas personas "cuyas experiencias de vida resultan profundamente inspiradoras": desde amas de casa y educadores ambientales hasta agricultores y artesanos, pasando por estudiantes, bioconstructores, entre otros. EFE