Barcelona, 16 may (EFE).- Teófilo L., el electricista acusado de liderar una red de pederastia en Barcelona, trató de explotar sexualmente a otro menor de 14 años, al que también violó, tras "manipularlo" para que participara junto a él en las agresiones sexuales a la niña de 13 años tutelada.
Así consta en un atestado policial, al que ha tenido acceso EFE, en el que los Mossos d'Esquadra abrieron en 2023 una nueva línea de investigación, a raíz del análisis del teléfono del electricista, para averiguar si también puso a un segundo menor a disposición de otros hombres para que lo agredieran sexualmente.
El cabecilla de la red de pederastia, con epicentro en su piso del barrio barcelonés del Raval, está pendiente de ser juzgado por las repetidas agresiones sexuales a una niña de 13 años, que estaba bajo guarda de la Generalitat y residía en un centro de menores, por lo que la Fiscalía le pide 107 años de cárcel.
En una segunda causa abierta, el titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona investiga si Teófilo L. captó por redes sociales a otros hombres para que agredieran sexualmente en su piso de Barcelona a la niña tutelada y si trató de explotar de la misma forma a un chico de 14 años.
En su atestado, la policía catalana sostiene que ese menor fue "víctima de la manipulación ideada" por el electricista para que participara en las agresiones sexuales sufridas por la chica tutelada y que le instó a eliminar los mensajes comprometedores que intercambiaron por teléfono para evitar ser descubierto.
Esas sospechas las corroboró el propio menor en su declaración ante los Mossos d'Esquadra, el 10 de abril de 2024: explicó que Teófilo L. le había exhibido material pornográfico en tres ocasiones y le había propuesto "mantener relaciones sexuales con otro adulto a cambio de dinero".
Según el relato del joven, el acusado se fue ganando poco a poco la confianza del menor, al que conoció a principios de 2021 a través de un amigo del chico e invitó a su piso de Barcelona, donde les permitía fumar porros y beber alcohol tranquilamente.
Durante el año 2021, el menor acudió en varias ocasiones al domicilio de Teófilo L., junto a otros amigos suyos de su misma edad, para beber y fumar, sustancias que a menudo eran facilitadas por el propio acusado.
En un determinado momento, según la versión del niño, en esos encuentros el electricista empezó a introducir insinuaciones sexuales: les proponía que trajeran a chicas y les invitaba a ver pornografía hasta que un día les enseñó una fotografía de la menor tutelada a la que ya explotaba sexualmente.
El informe policial añade que el cabecilla de la red incitó entonces al chico a participar en una agresión sexual a la menor, mientras lo grababa en vídeo, y que en otras ocasiones lo violó y le ofreció dinero a cambio de sexo.
En esa escalada de acoso, Teófilo L. ofreció al menor mantener relaciones sexuales con un adulto -al que identificó como "Isma"- a cambio de dinero, según explicó a los Mossos d'Esquadra el niño, que poco después empezó a distanciarse del acusado.
En su atestado, la policía catalana apunta que Teófilo L. trató de "instrumentalizar" su relación con el menor para explotarlo como hacía hecho con la niña tutelada, a la que estuvo agrediendo sexualmente entre los años 2020 y 2022, siendo "plenamente consciente de su situación psicosocial y aprovechando su vulnerabilidad".
Según los Mossos, el electricista utilizó a la menor como "herramienta de captación en internet para acordar sesiones de sexo grupal, mientras la ponía a disposición de terceras personas y facilitaba su participación en esas prácticas sexuales".
El investigado creó una cuenta de Instagram, suplantando la identidad de la menor, en la que colgaba fotografías de la joven como "reclamo sexual" para captar a otros agresores, mantiene la policía catalana.
De hecho, en sus declaraciones ante el juez y la policía algunos de los investigados por violar a la menor -que suman una decena- se escudaron en esa cuenta de Instagram para argumentar que era la joven quien había contactado con ellos con intenciones sexuales. EFE