Valladolid, 16 may (EFE).- El entrenador del Real Valladolid, Álvaro Rubio, ha señalado este viernes en rueda de prensa que el objetivo del equipo es despedirse del José Zorrilla el próximo domingo con una victoria, aunque no arregle nada, porque llevan tiempo intentándolo, dando todo para que pase y, por una cosa o por otra, no acaban de conseguirlo.
"Espero que en este último partido, podamos brindar una victoria a la afición. Es difícil gestionar todo y motivar a los jugadores, cuando no nos jugamos nada, pero el equipo responde, busca la victoria, y esta no llega por errores o porque la suerte no acompaña. Resulta frustrante", ha reconocido.
A su juicio, si hubieran tenido un resultado positivo antes, las cosas se habrían visto de otra manera, porque el mensaje que trata de transmitir cada semana, de ir a por los partidos, "se acaba diluyendo" al no ver la recompensa; aunque ha sostenido que tienen "energía" para ofrecer un triunfo a sus seguidores.
Para esta cita ante el Alavés, en la penúltima jornada de LaLiga EA Sports, la última en feudo propio, contará con la importante baja de Chuki, que ha sido una "pieza fundamental" en la estructura que ha ido planteando desde su llegada al banquillo, si bien ha advertido que "hay otros jugadores que pueden hacerlo igual de bien".
Y ha explicado que, dentro de ese esquema que ha querido desplegar, ha habido diferentes variaciones, sobre todo en defensa, dependiendo del rival que estuviera enfrente, porque cuenta con diferentes perfiles que ofrecen varias alternativas de juego, con tres o dos centrales, dos laterales o carrileros.
Aidoo tampoco llegará a este último compromiso en casa y Juric lo tiene realmente difícil, ya que arrastra un problema en la espalda que le ha impedido entrenar con normalidad y todo apunta a que se quedará fuera de la convocatoria.
Tratará de buscar las mejores armas para enfrentarse a un Alavés que debería llegar con ansiedad, por lo mucho que se juega, pero que no ha demostrado en la anterior jornada, ya que "es un equipo con las ideas muy claras, muy intenso, muy duro, que defiende muy bien, y lo llevaron todo casi a la perfección", ha analizado.
"Pero está claro que todos los partidos son diferentes, que quedan menos jornadas y hay que apurar, y trataremos de jugar con esa posible ansiedad o presión que puedan sufrir ellos. Son defensivamente muy duros, disciplinados, todos ayudan y tienen jugadores de gran potencial ofensivo, lo que hará difícil superarles", ha matizado.
En este choque, Anuar Tuhami recibirá la insignia de oro del club, algo "muy merecido", según ha apuntado Rubio, "porque es un jugador que ha demostrado una total entrega y compromiso hacia el Real Valladolid, que ha dado todo por el escudo y que se ha ganado el respeto y la admiración de todos".
"Para mí es especial, porque es de los pocos con los que he coincidido, e incluso he compartido habitación con él. Se merece esto y mucho más, porque ha sido un jugador callado que se ha volcado en el trabajo y al que había que rendirle esa despedida que se ha ganado", ha completado.
Respecto a su situación personal, Rubio ha admitido que está bien, pero "sufriendo por la situación", porque no le gusta ver así a su club. "Estoy orgulloso de estar aquí, aunque no salgan las cosas bien y no haya dado con la tecla para haber sacado algo positivo, pero lo estoy haciendo lo mejor posible, y eso me permite estar con la cabeza alta", ha concluido. EFE
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