Madrid, 15 may (EFE).- Coicindiencia o no, aunque parece poco problable en el primer caso, la semana de Eurovisión trae de vuelta a dos de los excampeones de este festival: Damiano David, que despega solo sin Maneskin, y Salvador Sobral, en un disco compartido con otra gran voz, la de Sílvia Pérez Cruz.
La catalana y el portugués, ganador de Eurovisión 2017, se unen por primera vez en "una celebración de amistades e inspiraciones comunes", ya que el repertorio estará integrado por canciones de compositores cercanos a ambos, como Jorge Drexler o Luísa Sobral.
El joven artista castellonense atenúa ligeramente las fuertes raíces aragonesas de su exitoso debut, 'La cantera' (2022), en un disco más pop y quizás más ambicioso aún en el que se destapa con composiciones que exploran sus deseos más íntimos como 'Full Time Papi', que ya fue noticia por su homoerótico videoclip.
Después de años de trabajo en la sombra como productor y compositor para otros, dio con una veta propia en la que excavar como solista con 'Peregrino' (2024), mejor disco de pop en los Premios de la Música Independiente, al que este álbum da continuidad con canciones libres que fluctúan sin normas entre la electrónica, el rock, el spoken word o el folk, con mucho orgullo gallego.
El vocalista de Maneskin, ganadores por Italia de Eurovisión 2021, lanza su debut en solitario con un estilo más pop, con referentes como Elton John, Billy Joel, así como Keane o la primera época de The Killers.
El octavo disco de este estadounidense de ascendencia puertorriqueña contiene 13 clásicos reiventados en "spanglish" y bajo su estilo como príncipe de la bachata, tales como 'How Deep Is Your Love', 'My Girl' o 'Dancing In The Moonlight'.
Cinco años han pasado desde su último trabajo, el aplaudido 'Miss Colombia'. La artista, conocida por sus fusiones valientes, se atreve aquí a conjugar la música clásica europea con su ascendencia caribeña, de la mano del productor Owen Pallett.
"Un disco orquestal de emorrock progresivo salpicado de samples", así describe su autora este décimo trabajo de su discografía que gira en torno a la pérdida de control, venga esta provocada por el consumo de sustancias, por misticismo "o por vivir en una sociedad enferma con los ojos abiertos".
Cuarto trabajo de la danesa, con un pie en Copenhague y otro en Los Angeles, y con el que abre una "nueva etapa" gracias a sencillos como 'Sweet' y su fórmula de pop alegre "y burbujeante". EFE