Tarragona, 15 may (EFE).- Un estudio liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha identificado nuevos biomarcadores no invasivos que podrían mejorar la detección y el seguimiento del hígado graso en fase avanzada, una dolencia conocida como MASH (esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica).
A través de un análisis de datos específicos del hígado y de muestras circulantes, los investigadores han encontrado rasgos identificativos que pueden distinguir un paciente con MASH, que en un estadio severo puede llegar a traducirse en problemas más graves, como por ejemplo cirrosis hepática.
Los investigadores revisaron siete estudios, con un total de 483 muestras de tejido hepático y 169 de suero y plasma, y detectaron combinaciones de proteínas que actúan como marcadores específicos de la enfermedad, con potencial para aplicarse como herramienta diagnóstica sin necesidad de recurrir a biopsias invasivas.
Los autores del estudio destacan que muchas personas pueden padecer esta patología sin presentar síntomas evidentes en sus fases iniciales, por lo que una mejora en la detección es clave.
Además, el análisis de muestras hepáticas podría ayudar a identificar posibles dianas terapéuticas para tratamientos personalizados.
Aunque el modelo desarrollado requiere validación con muestras más amplias, los investigadores consideran que el hallazgo abre nuevas vías para la medicina de precisión aplicada a enfermedades hepáticas metabólicas.
Este trabajo ha sido impulsado por el Grupo de Estudio en Enfermedades Metabólicas Asociadas a la Insulin-Resistencia (GEMMAIR) de la URV, con la participación del Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y la jefa del Servei de Medicina Interna del hospital Joan XXIII y profesora titular de la URV, Teresa Auguet. EFE
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