Un estudio descubre que un fármaco contra la osteoporosis actúa contra el cáncer de mama

Un ensayo clínico revela que el denosumab, un fármaco utilizado en osteoporosis, potencia la respuesta inmune contra el cáncer de mama en mujeres recién diagnosticadas, abriendo nuevas vías de tratamiento

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Barcelona, 13 may (EFE).- Un ensayo clínico sobre el cáncer de mama, promovido por el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha descubierto que un fármaco usado contra la osteoporosis, el denosumab, actúa contra el cáncer de mama aumentando la respuesta inmune antitumoral.

Los resultados preliminares de este ensayo clínico, denominado D-BIOMARK, han sido publicados en la revista Breast Cancer Research, y desvelan el potencial del fármaco denosumab para su posible aplicación contra el cáncer de mama.

Según los autores del ensayo clínico, aunque dicho fármaco no reduce la proliferación de células cancerosas, sí que estimula la respuesta inmune antitumoral.

Este prometedor descubrimiento abre nuevas vías de tratamiento y los investigadores consideran que "es el resultado directo de la sinergia entre ciencia básica, investigación clínica y la implicación de las pacientes".

Denosumab es un fármaco ya utilizado desde hace tiempo en la prevención de la osteoporosis y también en las lesiones óseas derivadas de metástasis, pero en el ensayo se ha descubierto que actúa por inhibición de la vía RANK.

La vía RANK es una vía molecular muy estudiada en oncología por su relación con la proliferación y progresión tumoral, sobre todo en cáncer de mama.

Este fármaco podría potenciar la respuesta inmune antitumoral, aumentando el número de células inmunitarias infiltrantes en el tumor para combatir el cáncer.

El ensayo clínico D-BIOMARK ha sido liderado por la doctora Eva González-Suarez -del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL)-, y las doctoras del IDIBELL y también oncólogas del ICO Andrea Vethencourt y Catalina Falo.

Normalmente, una pareja de proteínas del metabolismo óseo, RANK y RANKL, que dan nombre a la vía RANK, actúan como mediadoras de la información proporcionada por hormonas como la progesterona, y envían señales esenciales para el correcto desarrollo de la glándula mamaria.

Ahora bien, tal y como se ha descrito en estudios anteriores liderados por la propia doctora Eva González-Suarez, si la vía se desregula, se corre el riesgo de perder el control sobre las células mamarias, y que éstas se empiecen a replicar de forma descontrolada hasta dar lugar a un cáncer de mama.

Esta cadena de eventos es lo que se intenta interrumpir con los inhibidores de la vía RANK, como el denosumab, con el objetivo de prevenir el inicio del cáncer de mama o, en caso de que se haya desarrollado, aumentar la eficacia terapéutica y mejorar el pronóstico de las pacientes.

Contar con estos inhibidores representa una estrategia prometedora, porque este tipo de fármacos ya están aprobados para uso clínico y, por tanto, tienen un perfil de seguridad bien establecido, cuyos efectos secundarios son conocidos y manejables en la práctica habitual.

Por ello, en este ensayo clínico se apostó por evaluar los efectos biológicos del denosumab en 60 mujeres con cáncer de mama en una fase inicial, recién diagnosticadas, que aún no habían iniciado ningún tratamiento, y todas estaban pendientes de operarse para extraer el tumor.

Para ello, se administraron dos dosis de 120 mg de denosumab, con 7 días de diferencia, en el grupo tratado y ningún tratamiento en el grupo de control.

Posteriormente, se compararon las muestras sanguíneas y biopsias tomadas en el momento del diagnóstico con las recogidas semanas después de la inyección de denosumab.

Según los resultados, aunque el denosumab no se asoció a una reducción de la proliferación ni de la supervivencia de las células cancerosas, sí se relacionó con un significativo incremento de células inmunitarias infiltrantes del tumor.

El aumento se observó en todos los subtipos de cáncer de mama evaluados, pero sobre todo en los tumores luminales tipo B.

La inmunoterapia es la estrategia que más está haciendo avanzar en el tratamiento del cáncer, pero no en todos los tumores por igual, ya que en el caso de tumores luminales tipo B, las tasas de respuesta son relativamente bajas.

En este contexto, la capacidad del denosumab para aumentar la infiltración inmunitaria en el tumor abre una valiosa vía de interés clínico.

A raíz de estos resultados, se han puesto en marcha nuevos análisis para tratar de dilucidar los mecanismos implicados en esta activación inmune. EFE