Las universidades privadas implantadas valoran la flexibilidad que les dará la nueva ley

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Madrid, 13 may (EFE).- La mayoría de las universidades privadas implantadas desde hace años en España han valorado la mayor flexibilidad que tendrán para adaptarse a la ley de creación de nuevos centros y en el Consejo de Universidades no mostraron excesivas reticencias ni confrontaron con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El encuentro entre la ministra Diana Morant y todas las universidades públicas y privadas transcurrió sin oposición y las intervenciones fueron constructivas, señalan a EFE fuentes del Ministerio, que coinciden con la opinión de otros rectores consultados, que incluso resaltan la sorpresa que causó este ambiente después de la tensa reunión con las comunidades autónomas en la Conferencia General de Política Universitaria (CGPU).

La ministra era consciente de que el encuentro con las universidades para informar del nuevo decreto podía provocar algún revuelo, pero lo cierto es que durante las dos horas que duró el consejo solo hubo apreciaciones técnicas o menores por parte de algunas universidades públicas.

"De las privadas no intervino nadie", señalan fuentes presentes en la reunión que inciden en que el nuevo borrador que amplía el margen de adaptación las ha relajado.

Aunque no a todas, ya que algunos centros de nueva creación, con menos de dos años de implantación pero con un crecimiento exponencial de alumnos, grados y docentes, se quejan en privado de que no quisieron hablar porque no se les escucha y critican que la nueva ley sea de máximos y regule "hasta los metros cuadrados" que tiene que tener un espacio universitario.

Otras voces de centros con grados más especializados también creen que la norma vulnera la autonomía universitaria y tiene muchos motivos de recurso desde el punto de vista jurídico ya que -en su opinión- vulnera el derecho fundamental recogido en la Constitución sobre la libertad de creación de una universidad privada.

Las universidades privadas con estudios más novedosos e innovadores ven un problema superar el porcentaje de doctores y doctoras en esas enseñanzas, como son las ingenierías vinculadas al videojuego o los grados en moda o diseño. Estudios superiores que empiezan a implantarse.

No obstante, Morant quiso dejar claro que las universidades allí presentes cumplían los parámetros y dejó entrever que la nueva ley va más dirigida hacia los nuevos proyectos.

Un mensaje que caló en la mayoría de los presentes, que además ven con buenos ojos que el Ministerio haya introducido la creación de una comisión evaluadora en las agencias de calidad autonómicas, formada por una mayoría de profesores universitarios para velar por la calidad de cada proyecto.

Así, las universidades seguirán teniendo el control, inciden algunos rectores que recuerdan que aunque el informe de la agencia de calidad regional es vinculante y pudiera tener un sesgo político, no debería ir en contra del que emitan la comisión de docentes.

Otro criterio que el Ministerio ha flexibilizado es el de tener que cumplir con los 4.500 alumnos en seis años, en vez de en cinco, pese a que algunos centros privados señalan que "esto nada tiene que ver con la calidad de una universidad".

"Nos parecen bien los requisitos y razonablemente amplios los tiempos en los que se tienen que alcanzar", señalan a EFE fuentes de una universidad pública madrileña.EFE