Madrid, 11 may (EFE).- El Levante, que dio un golpe de autoridad en el campo del líder tras imponerse por 1-3 al Elche, y el Mirandés, que volvió a demostrar su fortaleza como local al vencer por 3-2 al Castellón, pusieron al rojo vivo la lucha por el ascenso directo a falta de tres jornadas para la conclusión.
Tal y como confirman los tan sólo cinco puntos que separan al conjunto ilicitano del Oviedo, que cerró la jornada en quinta posición, tras el empate (1-1) que los 'carbayones' firmaron este domingo en su visita a Santander.
Un duelo directo entre dos de los máximos candidatos al ascenso que, como ocurrió el sábado en el choque que disputaron en el Martínez Valero el Elche y el Levante, los dos primeros clasificados, lejos de aclarar el panorama ajustó todavía más la clasificación.
Tabla en la que el Elche confiaba en dar un golpe casi definitivo al abrigo de su afición, que no veía perder en casa a los de Eder Sarabia desde que cayeron el pasado mes de noviembre por 1-2 ante el Almería.
Un solidez como local que se vio resquebrajada por la eficacia de un Levante que no desaprovechó sus dos primeras ocasiones de gol para situarse a la media hora de juego con una renta de dos tantos (0-2), gracias a un doblete de Roger Brugué.
Pero si el delantero gerundense personificó como pocos la contundencia del conjunto 'granota', el máximo responsable de la victoria del Levante fue el mediapunta Carlos Álvarez, que volvió a dejar clara su condición como uno de los jugadores más diferenciales de la categoría.
Álvarez, que ya asistió a Brugué en el segundo tanto levantinista, demostró que pocos jugadores poseen su visión de juego con un sensacional pase que Alex Forés convirtió en el minuto setenta y cinco en el definitivo 1-3.
Un marcador que el 'menudo' atacante granota, de apenas 168 centímetros de altura, amplió con un nuevo gol, que finalmente no subió al tanteador por fuera de juego, con un remate en el que el jugador sevillano, de 21 años, plasmó todo su talento.
Victoria que situó al Levante, segundo clasificado, a tan sólo un punto del líder, el Elche, y con una renta de dos unidades sobre el Mirandés, el equipo que marca en estos momentos la divisoria entre los puestos de ascenso directo y las plazas de promoción.
Eliminatorias de ascenso con las que no parece conformarse el conjunto 'jabato' que en apenas una campaña ha pasado de salvar la categoría en la última jornada, a soñar con el ascenso directo a la Primera División.
Un cambio radical en el que ha jugado un papel protagonista el delantero argentino Joaquín Panichelli, que pese a que vio truncada ante el Castellón una racha de cuatro jornadas consecutivas marcando, fue un incordió constante para la defensa del equipo 'orellut'.
Infatigable trabajo de permitió al Mirandés sumar un valioso triunfo (3-2) que prácticamente asegura la promoción al equipo burgalés, que no parece ser suficiente para los del italiano Alessio Lisci.
Tampoco se conforman con las eliminatorias de ascenso y pelearán por lograr el billete directo para LaLiga EA Sports en las tres jornadas restantes el Racing de Santander, cuarto, y el Oviedo, quinto, que empataron este domingo 1-1 en el Sardinero.
Un duelo con aroma a Primera en el que el conjunto asturiano se adelantó a los treinta y siete minutos en el marcador (0-1) con un gol de Dani Calvo que cabeceó un saque de esquina botado por Santi Cazorla, en el que campeón del mundo dejó claro que sigue manteniendo intacto su preciso golpeo del balón.
Tanto al que respondió en la segunda mitad el Racing de Santander que tras intentarlo de todas las maneras posibles encontró premio a su fe y ambición a los setenta y un minutos en un disparo lejano de Mario García que significó el definitivo 1-1.
Un resultado que no se movió en gran medida por el buen hacer de los dos porteros, el local Jokin Ezkieta y visitante Aaron Escandell, dos de los mejores guardametas de la categoría, que con sus intervenciones impidieron que llegase un nuevo gol.
Igualada que no sirvió para que cántabros y asturianos se situasen en las plazas de ascenso directos, pero mantiene muy vivos a ambos conjuntos en la lucha por las dos primeras plazas que se dirimirá en 270 minutos.
Tiempo que se antoja insuficiente para que el Almería, que arrancó el curso como el máximo favorito para subir de categoría, pueda reengancharse a la pelea por el ascenso directo, tras caer el viernes por 2-1 ante el Cádiz, en un choque en el que los 'indálicos' jugaron durante cuarenta minutos con nueve jugadores por las expulsiones del brasileño Kaky y el mozambiqueño Bruno Langa.
Una doble inferioridad que no impidió al Almería llega en ventaja (0-1) al tiempo de prolongación, en el que los de Rubi se vieron condenados a la derrota (2-1) con los goles de Carlos Fernández y Víctor Chust.
Tropiezo que dejó al Almería en una sexta posición, la última que permite disputar las eliminatorias de ascenso, que los 'rojiblancos' podrían perder este lunes si el Granada logra vencer al Eibar en Los Cármenes.EFE
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