Inés Morencia
Valladolid, 9 may (EFE).- El UEMC Real Valladolid Baloncesto ha seguido los mismos derroteros que el fútbol y también ha descendido de categoría, tras caer, en un repleto pabellón Pisuerga, ante el Hestia Menorca, por 65-77, en otro pésimo partido de los blanquivioletas.
Al igual que sucedió con el equipo de fútbol, el UEMC Real Valladolid Baloncesto comenzó mal la temporada, con una mala planificación que tuvo su origen en la no renovación del técnico que había logrado todos los récords posibles con las ardillas, Paco García.
Si por el banquillo del José Zorrilla pasaron tres entrenadores: Paulo Pezzolano, Diego Cocca y Álvaro Rubio, por el del Pisuerga lo hicieron Lolo Encinas, Iñaki Martín y Alejandro Paniagua. El resultado ha sido el mismo: un descenso sin paliativos en uno y otro deporte.
Y eso que el polideportivo vallisoletano recibió a los suyos con las 6.500 localidades ocupadas. Pero ni con seis jugadores el cuadro local fue capaz de sumar la victoria que les habría dado la permanencia, la cual se fue para la isla balear.
En ningún momento el UEMC estuvo por delante en el marcador. No fue capaz, cuando se situó a solo un punto (60-61), en el inicio del último cuarto, de rematar su reacción, y la frustración se fue apoderando de los jugadores blanquivioletas.
Ya no salía nada. Precipitación, malas decisiones, rebotes perdidos, o fallos en los lanzamientos se fueron acumulando para tranquilidad de los de Menorca, que demostraron tener más herramientas que los de Alejandro Paniagua y, desde luego, las ideas más claras.
Lo que mal empieza, mal acaba. El 2-12 de parcial en los primeros compases resultó admonitorio. Y la fecha tampoco preveía nada bueno, porque un 9 de mayo de hace 17 años, el entonces Grupo Capitol se despedía de la ACB tras 25 temporadas en la máxima categoría.
Fue en Murcia. Y en ese entonces también hubo un Arteaga como testigo de la debacle vallisoletana, el colegiado Juan Carlos Arteaga. En el encuentro de este viernes, Víctor Arteaga, con el 77 a sus espaldas, y uno de los más determinantes en el triunfo de su equipo.
Demasiadas casualidades y causalidades. Los mismos errores en uno y otro deporte y en las diferentes etapas, con las mismas consecuencias: un doloroso descenso que deja a Valladolid sin referentes en el deporte de la canasta y del fútbol.
Al menos le queda el rugby, con sus dos equipos, Vrac Quesos Entrepinares e Inexo El Salvador en la semifinal de liga y final de Copa del Rey, además de Colina Clínic El Salvador, ya campeón de la Copa de la Reina y finalista de la Liga Iberdrola, y un Recoletas Atlético Valladolid que permanece invicto desde hace 14 meses en Huerta del Rey.
El próximo año, el Real Valladolid jugará en Segunda división, y el club de baloncesto -que dejará de ser una sección del fútbol, al romperse el convenio de colaboración con la entidad blanquivioleta-, lo hará en Segunda FEB, lo que repercutirá en el plano económico no solo de ambos clubes, sino en cuanto al impacto que dejan en la ciudad. EFE
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