Barcelona, 9 jun (EFECOM).- La farmacéutica Almirall prevé que la guerra comercial abierta por EEUU tenga un impacto "muy bajo" en su negocio ya que el mercado norteamericano supone sólo un 5 % de sus ventas, por lo que espera continuar creciendo a doble dígito como lo hizo en 2024.
El consejero delegado y presidente de Almirall, Carlos Gallardo, ha evaluado así este viernes el efecto que podría tener sobre la actividad de la compañía los aranceles que Donald Trump ha anunciado que está estudiando para el sector farmacéutico.
En concreto, la dministración Trump aseguró el pasado martes que tenía intención de imponer aranceles a productos farmacéuticos en las dos próximas semanas.
En declaraciones a los periodistas, el consejero delegado de Almirall ha asegurado que el impacto de estas medidas "sería muy bajo" para la firma. "Estamos muy protegidos. El impacto es neutro en la estrategia de la compañía", ha dicho.
Sin la alteración de estos posibles aranceles, Gallardo se ha mostrado convencido de que la farmacéutica con sede en Barcelona podrá seguir en la senda marcada de crecimiento de las ventas a doble dígito y de expansión de sus márgenes.
Almirall salió en 2024 de los números rojos y consiguió un beneficio de 10,1 millones de euros frente a las pérdidas de 38,5 millones registradas un año antes.
La empresa biofarmacéutica es especialmente fuerte en Europa, el mercado que impulsa el crecimiento de la firma, aunque tiene planes para crecer en EE.UU.
"El mercado americano es muy importante y queremos fortalecer nuestra posición allí con la compra de activos o con licencias", ha dicho, aunque no ha dado detalles del calendario para llevar a cabo estos planes.
Almirall centra su apuesta de crecimiento en la dermatología, con un porfolio de más de 50 tratamientos en diferentes modalidades, principalmente tópicos, sistémicos y biológicos.
En sus áreas de especialidad destacan las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, como la dermatitis atópica y la psoriasis, las dermatológicas raras, el cáncer de piel no melanoma y la queratosis actínica. EFECOM