Santander, 8 may (EFE).- La Audiencia de Cantabria ha condenado a once años de prisión a cada uno de los dos jóvenes que fueron declarados culpables de la muerte de otro chico en el apeadero de la localidad cántabra de Boo de Piélagos, en febrero de 2024.
En una sentencia, dictada el 21 de abril y contra la que cabe recurso, la Audiencia considera a ambos jóvenes, de 19 y 20 años, autores de un delito de homicidio con dolo eventual y aplica una agravante de abuso de superioridad y una atenuante de reparación del daño por la cantidad económica que abonaron antes del juicio.
Les impone, además, una orden de alejamiento de 300 metros y la prohibición de comunicarse con la familia del fallecido durante 12 años, así como otros 10 de libertad vigilada tras salir de prisión.
La sentencia, dictada por el magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia, Juan José Gómez de la Escalera, y a la que ha tenido acceso EFE, también recoge que ambos deberán indemnizar, de forma conjunta y solidaria, con 170.497 euros a los familiares de la víctima -que tenía 21 años-, en concepto de responsabilidad civil.
Las defensas ya expresaron el 5 de abril, fecha de la lectura del veredicto, su intención de recurrir la sentencia, como hoy ha reiterado a EFE uno de los abogados.
Según el veredicto del jurado, que declaró a ambos culpables por unanimidad, los dos jóvenes viajaban en el último vagón del tren procedente de Santander a las 6:35 horas, y diez minutos después, la víctima, que se dirigía a su domicilio en la localidad de Requejada (Polanco) en otro vagón, se cambió al que estaban ellos e iniciaron una discusión verbal.
Los tres bajaron en Boo de Piélagos y continuaron su disputa "empleando los acusados la fuerza física" contra el otro joven, que se encontraba en estado de embriaguez.
El homicidio doloso quedó probado, según el jurado, por las declaraciones de los tres testigos que presenciaron la pelea esa mañana, dos chicas que estaban en la estación y otro joven que viajaba en el tren y la vio desde la ventanilla, y por la llamada al 112 de una de las testigos.
La caída del joven a las vías, según el veredicto, fue causada por los "empujones, patadas o golpes" de los acusados, Rubén G. y Ángel R., y le causó la muerte "casi inmediata".
El jurado consideró probado que los dos jóvenes siguieron golpeando al otro hasta que cayó a las vías "con la intención de acabar con su vida o al menos representándose la alta posibilidad" de que falleciese a causa de sus actos.
También que los dos jóvenes abandonaron el apeadero sin comprobar el estado físico de la víctima, y conociendo "o cuando menos estando en disposición de conocer" que podía haber sufrido "lesiones graves y necesitaba atención urgente". EFE