La sentencia que relata torturas a la etarra Sorzabal podría afectar a la causa del asesinato del ertzaina Ramón Doral

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La sentencia de la Audiencia Nacional (AN) que absuelve a la exjefa de ETA Iratxe Sorzabal de un atentado de la banda al considerar que la prueba que había en su contra se obtuvo después de someterla a "tratos inhumanos" podría afectar, según fuentes jurídicas consultadas, a otra investigación en curso en el propio tribunal: la del asesinato del ertzaina Ramón Doral a manos de la banda.

Cabe destacar que ETA asesinó al agente Ramón Doral Trabadelo el 4 de marzo de 1996. 'Montxo' Doral, de 36 años, casado y padre de tres hijos, era suboficial de la Ertzaintza y ejercía labores de responsabilidad en la Unidad Adjunta a la Viceconsejería de Seguridad que, entonces, se encargaba de la investigación de los delitos de terrorismo. Días después, ETA reivindicó la autoría de este atentado mediante un comunicado dirigido al diario 'Egin'.

El tribunal reabrió el pasado año la causa gracias a la información remitida por la Ertzaintza. En concreto, la policía autonómica remitió al juez Ismael Moreno un documento en el que Sorzabal aseguraba: "En marzo colocamos una lapa bajo el coche del zipayo Montxo Doral".

Ese documento era, en concreto, la 'kantada' que habría sido elaborada, según ha concluido la Sala de lo Penal, "con vulneración de los derechos fundamentales" de Sorzabal, en concreto tras la "aplicación de electrodos por parte de aquellos funcionarios que la custodiaban a fin de obligarle a declarar".

Fuentes jurídicas han detallado a Europa Press que en esa 'kantada' --un relato de hechos realizado en una carta manuscrita por miembros de la organización a la cúpula de ETA una vez que eran detenidos-- Sorzabal daba cuenta de al menos 25 atentados de la banda.

EL SUPREMO VALIDÓ LA 'KANTADA'

En base a las revelaciones contenidas en esa 'kantada', la Audiencia Nacional ha juzgado a Sorzabal en tres ocasiones. El tribunal la condenó a 24 años y medio de prisión por dos atentados en Gijón en una sentencia que fue confirmada por el Tribunal Supremo, que descartó torturas.

La Audiencia Nacional dio entonces --en 2022-- validez a la 'kantada', al considerar que Sorzabal la realizó de forma autónoma. El Supremo respaldó esta tesis y aseguró que el tribunal no basaba la condena en la declaración incriminatoria de Sorzabal ante la Guardia Civil, sino en ese documento.

El Supremo indicó entonces que la AN descartó "la existencia de torturas con fundamento en un informe del médico forense que se limitó a afirmar la imposibilidad de establecer conclusiones ciertas ante la mala calidad de las fotografías que le fueron facilitadas de las lesiones que presentaba Sorzabal, siendo éstas unas fotocopias en blanco y negro".

La defensa de la etarra acudió al Tribunal Constitucional, que el pasado mes de enero inadmitió a trámite el recurso de amparo presentado contra esa sentencia. Las fuentes consultadas indican que su representación acudirá a Estrasburgo, la última vía que le queda por estos hechos.

Además de por los atentados de Gijón, Sorzabal también ha sido juzgada este mismo año por otros dos ataques, resultando absuelta en sendos procedimientos. La primera vista oral se centró en un atentado en el paso fronterizo de Irún en 1995, mientras que la segunda versó sobre la colocación de una bomba en el aeropuerto de Alicante ese mismo año.

UN "VACÍO PROBATORIO"

En relación al atentado de Alicante, la Audiencia Nacional absolvió el pasado mes de abril a Sorzabal al considerar que había un "vacío probatorio". En concreto, el fallo advertía que la Fiscalía no había aportado como prueba la caligráfica que certificaría que la exjefa de ETA era la autora de la 'kantada'.

En cuanto al atentado de Irún, la Sala de lo Penal ha ido un paso más allá al asegurar que ese documento es nulo "de pleno derecho al haberse obtenido mediante la violación de los derechos fundamentales de la acusada pues es consecuencia de los malos tratos que sufrió durante su detención".

En el fallo, que ha trascendido este jueves, el tribunal tiene en cuenta el informe presentado por la defensa y que fue corroborado en la vista oral por un médico forense del Instituto Vasco de Medicina Legal. El mismo detalló que las heridas que presentaba Sorzabal tras su estancia en dependencias policiales eran compatibles con el uso de electrodos.