Fermín Cabanillas
Sevilla, 3 may (EFE).- La comida vasca no tiene límites, igual que las ganas de los vascos de disfrutar de una buena mesa y compartir sus conocimientos culinarios, y todo ello se ha unido este sábado para que unas 'Putxeras Ferroviarias' lleguen al Real de la Feria de Abril de Sevilla.
Y ha sido gracias a la relación que mantienen algunos componentes de la caseta privada más antigua de la feria sevillana, ‘Los duendes de Sevilla’, con unos amigos vascos, que ha hecho posible que se disfrute en la caseta de un contundente plato de Euskadi con el que preparar todo para la semana de fiesta que se inicia el próximo lunes.
Por qué quizás sea ese el primer matiz llamativo no solo de la cita de esta caseta con la cocina vasca, sino de la propia feria sevillana, que, aunque no comienza oficialmente hasta las cero horas del próximo martes, este sábado ya hay miles de personas disfrutando de una 'preferia' que no tiene días concretos para iniciarse, de modo que, en cuanto las casetas tienen luz y agua, la fiesta comienza a organizarse puertas adentro.
Y en ese contexto, cuando casi no había amanecido este sábado, se han comenzado a preparar las ollas, las alubias y todo lo necesario para servir este plato, ideado en el siglo XIX por los maquinistas de ‘El ferrocarril de La Robla’, que llevaba carbón de las minas de León a las factorías de Vizcaya, un trayecto de varias horas donde había que ingeniárselas para comer caliente por el camino.
Se han elegido las alubias como se podrían haber escogido otros ingredientes, porque la también llamada ‘olla ferroviaria’ puede ser sede de guisos de carne de ternera con patatas, por ejemplo, pero las legumbres escogidas hoy son más habituales para los cocineros encargados de la tarea.
José Recacha un ingeniero que heredó de su padre su puesto en la caseta y actual presidente, dice que son pocos “pero importantes” los secretos para que la 'putxera' salga perfecta, y además de “ingredientes de primera calidad”, es importante mover mucho la olla en varios momentos de la cocción y vigilarla con mucha paciencia para que salga perfecta.
José Recacha explica que en 1994 unos socios de la caseta se conocieron haciendo el servicio militar y desde entonces “no han dejado de ser amigos, de verse todo el año y de venir a la feria juntos”, y este año se pensó “en que sería muy original hacer algo en homenaje a la cocina vasca, uniéndola con la feria”.
Así, en ‘Los duendes de Sevilla’ se ha podido ver las dos impresionantes ollas preparando las alubias al estilo vasco, poniendo un punto más de originalidad en una caseta que tiene muchos secretos para su longevidad.
Su presidente los resume en tres conceptos básicos: “Está prohibido hablar de fútbol, religión y política”.Y así sigue adelante una caseta que va camino de su quinta generación de socios, tras ser fundada el 10 de noviembre de 1945 por José Muriel, de modo que sus “herederos” conmemoran este año, covid aparte, los 80 años desde su nacimiento.
El alma de la caseta son sus 20 socios, que durante todo el año funcionan casi como un consejo de administración de una empresa, y siete de ellos forman su junta directiva, que preside desde diciembre de 2020 José Recacha, un ingeniero que heredó de su padre su puesto en la caseta.
Y con ese espíritu de hermandad en torno a una idea casi centenaria, el más joven de los socios será “bautizado” oficialmente este año: se llama Ricardo, tiene nueve meses, y será un “duende” más desde la próxima semana. EFE
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