Irun (Gipuzkoa), 28 abr (EFE).- El Irudek Bidasoa-Irun está a un paso de disfrutar de uno de los momentos más importantes en su larga historia, para lo que precisa remontar en casa un gol al actual colíder de la Bundelisga alemana, el Melsungen, para alcanzar la fase final de la Liga Europea de mayo.
El conjunto vasco, que la pasada semana celebró el 30 aniversario de la consecución de la Copa de Europa (hoy Liga de Campeones), quiere reverdecer laureles europeos ahora en el segundo escalón del balonmano continental de élite, competición en la que afronta este martes un reto que se presenta mayúsculo en los cuartos de final.
Enfrente, el mejor equipo de Alemania en la actualidad con permiso del Fuchse Berlín, que sudó tinta en la ida para hacer hincar la rodilla a un Bidasoa que perdió por la mínima (28-27) aunque la tarea más ardua está todavía por completarse para el conjunto entrenador por Álex Mozas.
Los alemanes, dirigidos por el español Roberto García Parrondo y liderados por el guipuzcoano Erik Balenziaga, son pieza de caza mayor y se espera que lleguen a Irun con el alta del gigante letón Dainis Kristopans (2,15), ausente por lesión en la ida en cancha germana y que es un elemento que condiciona las defensas rivales.
Bidasoa-Irun conoce ya el camino para desarbolar al Melsugen pero para ello se tienen que concitar muchos elementos, entre ellos que la aportación del la portería sea estelar. En la ida lo consiguió con el polaco Jakub Skrzyniarz, y sobre todo contrarrestar el siete contra seis que los teutones manejan con maestría.
Un victoria por dos goles de Bidasoa permitiría al equipo guipuzcoano plantarse en la fase finalque tendrá lugar en Hamburgo el 24 y 25 de mayo y lograr un nuevo jalón tras la larga sequía después de sus éxitos del pasado siglo en Europa. EFE
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