La incertidumbre empuja al alza al oro, que marca nuevos récords

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Madrid, 26 abr (EFECOM).- El oro vive un impulso alcista que le ha propulsado esta semana a los 3.500 dólares por onza, alentado por la incertidumbre y el temor a una recesión, precisamente el gran punto común de los anteriores rallies del metal precioso, que incluso superaron la fuerza del actual al enlazar varios catalizadores.

Esta tendencia alcista tiene su inicio en 2022, cuando, tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania, la Unión Europea y Estados Unidos congelaron los activos financieros rusos y el país rotó desde las divisas en dólares hacia el oro, una compra a la que se han unido bancos centrales e inversores particulares tras unirse otros estímulos.

El analista de mercados Manuel Pinto explica en una entrevista a EFE que ese fue el inicio de este nuevo impulso, aunque ahora se añaden otros motivos, como una inflación pujante, el miedo a una potencial recesión, el temor a un dólar débil y, sobre todo, a una guerra comercial que repercutiría en los precios.

Según datos de Bloomberg, desde inicios de noviembre de 2022 a este abril se ha producido una revalorización del activo del 114,8 %, al pasar de los 1.629 dólares la onza a intercambiarse por 3.500 dólares.

Este aumento en el precio del oro todavía queda lejos de la subida entre agosto de 2007 y mayo de 2011, cuando su valor se triplicó, o en el periodo de diciembre de 1977 y el 30 de septiembre de 1980, cuando pasó de 165 dólares a 667 en apenas tres años.

Sin embargo, para Pinto, la situación actual es "ligeramente diferente" a las vividas en otras épocas, "porque en otros momentos de repunte hemos visto recesiones, pero aquí todavía no la estamos viendo, ni siquiera una recesión técnica en la que se encadenen dos trimestres con crecimiento del PIB a la baja".

"Ni siquiera estamos ahí. Hay temores de poder llegar ahí, que eso es lo que también prima el mercado, que descuenta acontecimientos a futuro", apunta el analista.

El precio del oro se comporta como una materia prima en tiempos de estabilidad, regido por la oferta y la demanda, pero en periodos de incertidumbre se convierte en refugio ante políticas monetarias que inquietan a los inversores, debido a que tiene un valor intrínseco y una menor volatilidad.

A su vez, el oro tiene correlación negativa con la debilidad o la fortaleza del dólar, por lo que las expectativas de un aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU pueden frenar su valor, mientras la debilidad de la moneda estadounidense propicia que los inversores abracen el oro como un valor refugio.

Para Pinto, a pesar de que las subidas puedan no ser tan intensas como las vividas en los últimos meses, el oro va a seguir funcionando positivamente: "No sabemos cuál será el techo, porque todo dependerá de las políticas adoptadas por Donald Trump, pero lo que vemos es un ritmo vertiginoso", reconoce.

Pinto recalca que "la incertidumbre derivada de las políticas comerciales de Trump, su falta de credibilidad o la debilidad del dólar hace virar la mirada a otros regiones que no sean EE.UU., como Europa, India o Japón, pero también hacia otros activos como el oro".

Así, con posibles subidas de inflación, un posible ciclo de estanflación -periodos en los que la inflación aumenta pero el crecimiento se estanca- o los distintos conflictos bélicos, la inversión en oro permite "descorrelacionar" las carteras de inversión de los principales índices, comenta Pinto.

No obstante, a pesar de que el oro haya duplicado su valor en dos años y medio, esta no ha sido la mayor revalorización que ha tenido en el último siglo.

Entre agosto de 2007 y mayo de 2011, el oro pasó de estar en 650 dólares la onza a rebasar los 1.900 dólares, prácticamente triplicando su valor en apenas cuatro años, en plena crisis económica.

Pinto sostiene que estas situaciones se producen cuando se ven emisiones de deuda "muy fuertes por parte de los gobiernos y recortes en las políticas monetarias expansivas por parte de los bancos centrales, lo que inunda de dinero los mercados y por tanto revaloriza este caso de tipos de activos físicos".

El oro, incide, sirve como refugio para los inversores ante situaciones de incertidumbre como las grandes crisis económicas.

Según datos de Bloomberg, entre el 30 de diciembre de 1977, 164,95, y el 30 de septiembre de 1980, 666,75 dólares, un 304,2 % en apenas dos años y medio, como consecuencia de la crisis del petróleo, que provocó una alta inflación e incertidumbre económica. EFECOM

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