Fráncfort (Alemania), 24 abr (EFECOM).- Las reservas minerales de Ucrania son relevantes para que EE.UU. y otros países del G7 reduzcan su dependencia de China, pero esto no ocurrirá a corto o medio plazo debido a las condiciones logísticas, según considera el estratega de crédito de UniCredit Stefan Kolek en un estudio publicado este jueves.
El acuerdo previsto entre EE.UU. y Ucrania sobre minerales, como parte de la solución a la invasión de Rusia, concedería a Estados Unidos el primer derecho sobre las ganancias de las reservas naturales ucranianas que se transfieran a un fondo de inversión para la reconstrucción del país, que estará controlado por la administración de Donald Trump.
"Aunque las reservas minerales de Ucrania son significativas, las condiciones logísticas sobre el terreno en Ucrania hacen muy improbable que estos activos puedan reducir la dependencia de China a corto y medio plazo", de acuerdo con Kolek.
Las razones para Kolek son tres: desarrollar nuevas minas es un proceso lento que dura una o dos décadas, cualquier proyecto requiere una reconstrucción importante de la infraestructura de energía de Ucrania y la extracción de las reservas de tierras raras exige una tecnología avanzada y una red de energía estable.
Se tarda una media de 18 años en desarrollar una mina y cuesta 500 millones de dólares construirla y 1.000 millones hacer una planta de separación, según cifras de Kolek.
También hay que tener en cuenta que la guerra ha reducido sustancialmente la fuerza laboral en Ucrania.
"El acuerdo de minerales estratégicos entre EE.UU. y Ucrania sirve al interés económico de Estados Unidos, que tiene como objetivo asegurar el control occidental de materias primas estratégicamente importantes necesarias en las tecnologías modernas", asegura Kolek.
Esto, afirma, aliviará la dependencia de EE.UU. y otros aliados de minerales importantes de China y de otros países del "Sur Global" a largo plazo.
Al mismo tiempo, Rusia quiere que Ucrania sea una zona de amortiguación para su propia riqueza de recursos.
"Mediante la anexión de las partes ocupadas de Ucrania, que son ricas en reservas minerales, Rusia aumenta su riqueza en materias primas con acceso a rutas de transporte marítimo", precisa Kolek.
Ucrania tiene 117 de los 120 minerales y metales más usados en todo el mundo, así como una fuente importante de combustibles fósiles, según los Servicios Geológicos Ucranianos.
Además, las materias primas de Ucrania incluyen 22 de los 50 materiales estratégicos identificados por EE.UU. como críticos y 25 de los 34 que la Unión Europea (UE) califica como muy importantes.
El valor de los minerales situados en las partes de Ucrania ocupadas por Rusia es de, al menos, 12,4 billones de dólares, cantidad que supone casi el 50 % del valor de todas las reservas de Ucrania.
Esto incluye el 63 % de las reservas de carbón, el 42 % de las de metales, el 33 % de las tierras raras y minerales críticos, incluido el litio; el 20 % del gas natural; y el 11 % de los yacimientos de petróleo de Ucrania, según cifras del Instituto de Investigación de UniCredit.
China es actualmente el productor líder de 33 de los 51 recursos minerales vitales para la economía del siglo XXI, que representan con frecuencia más del 50 % de la producción global.
Además, China controla el 75 % de las reservas de tierras raras en el mundo.
La dependencia de estos minerales se hizo evidente cuando el Gobierno chino decidió parar las exportaciones de algunas tierras raras a EE.UU. en respuesta a los aranceles, según el experto de UniCredit.
La dependencia de EE.UU. de China es mayor que la de la Unión Europea (UE), de acuerdo con el Servicio Geológico de EEUU.
El 72 % de las importaciones de tierras raras de EE.UU. procede de China, el 11 % de Malasia, el 6 % de Japón y el resto de otros países.
La UE importa un 39 % de tierras raras de China, un 33 % de Malasia y 22 % de Rusia, según Eurostat.
Los expertos prevén que la demanda de litio aumente las próximas décadas más de cuarenta veces, y la de grafito, cobalto y níquel suba más de veinte veces. EFECOM