El juicio por la muerte de Maradona continúa este jueves con el testimonio de más médicos

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Buenos Aires, 23 abr (EFE).- El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, tras la revelación el martes de nuevos detalles sobre su última internación domiciliaria, continuará este jueves con el testimonio de médicos que lo trataron poco antes de su fallecimiento, el 25 de noviembre de 2020.

Uno de los testimonios previstos para el jueves es el de Sebastián Nani, jefe de cardiología de la Clínica Olivos, donde el exfutbolista fue sometido a una intervención quirúrgica por un hematoma subdural el 3 de noviembre de 2020 y donde permaneció hasta el día 11 del mismo mes, cuando fue trasladado a una vivienda en Tigre (provincia de Buenos Aires) para completar allí el resto de su recuperación.

En instancias previas del proceso, Nani declaró que Maradona “necesitaba irse a un centro de tercer nivel con un equipo interdisciplinario que conste de un clínico y un psiquiatra con un lugar preparado para el manejo”.

Nani también dijo que en las últimas ocasiones en que formó parte del control de monitoreo de cardiología del exfutbolista no notó fallos cardíacos ni signos de complicaciones cardiológicas inminentes, tanto durante la finalización de la cirugía, como durante la reversión de la anestesia.

Además del cardiólogo, se espera que este jueves también se presenten frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires, otros médicos que trataron a Maradona poco antes de su fallecimiento.

Este martes declaró en el juicio la psiquiatra Ana Marcela Waisman Campos, a quien se había solicitado una interconsulta mientras Maradona estuvo internado en la Clínica Olivos y que consideró, bajo juramento, que el tratamiento indicado al ídolo argentino por parte de la psiquiatra imputada Agustina Cosachov fue el indicado.

Durante la audiencia, la Fiscalía expuso un audio enviado el 10 de noviembre de 2020 por Cosachov al médico de cabecera de Maradona, Leopoldo Luque, otro de los acusados, en el que ella mencionaba una recomendación de Waisman Campos de cómo redactar la historia clínica del exfutbolista para responsabilizar exclusivamente a su familia de la decisión de la internación domiciliaria y así quedar protegidos legalmente.

"Ella me sugirió, y la verdad que yo respeto mucho en esto la postura de ella, que legalmente nos convenía a nosotros, que en realidad es verdad, hacer una ultima evaluación diciendo que la familia, digamos, frente a las distintas opciones terapéuticas, es quien, comprendiendo y entendiendo los riesgos de las opciones, se ponen de acuerdo y optan por la internación domiciliaria, porque legalmente nosotros así estamos más cubiertos", agrega Cosachov en la grabación.

También se reveló un audio en el que el coordinador de enfermeros, Mariano Perroni, ahora sentado en el banquillo de los acusados, sugería a Cosachov la incorporación de instrumentos médicos adicionales a la vivienda en la que fue internado Maradona, que podían ser de utilidad ante una emergencia.

Sobre las condiciones de la vivienda y el tratamiento médico que recibió allí el exfutbolista, declararon este martes dos trabajadores de Swiss Medical, que desligaron a esa empresa de los errores en la atención al exfutbolista y defendieron que presta el servicio de “cuidados domiciliarios” y no de “internación médica”.

Previamente, dos de las hijas de Maradona, Dalma y Jana, dijeron que siempre les hablaron de "una internación domiciliaria bien seria" y que Luque insistió enfáticamente en esa opción, en lugar de ingresarlo a una clínica.

Además de Luque, Cosachov y Perroni, son juzgados en este proceso la doctora y coordinadora de Swiss Medical Nancy Forlini, el psicólogo Carlos Díaz, el médico Pedro Di Spagna y el enfermero Ricardo Almirón.

La enfermera Gisela Madrid también está procesada pero afronta un juicio por jurados, tal y como solicitó.

En este proceso, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena máxima de 25 años de prisión. EFE