Bison Bank, el luso con criptoactivos y capital de Hong Kong que busca ricos Latinoamérica

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Susana Samhan

Lisboa, 18 abr (EFECOM).- António Henriques, el CEO de Bison Bank, una entidad portuguesa con capital privado chino de Hong Kong y clientes en Latinoamérica, habla sin complejos de las criptomonedas, "es un mercado de 3 billones de dólares", y de China, "una pieza equilibradora" frente a EE.UU.

Henriques, de 53 años, recibe a EFE en la sede del banco, que no tiene sucursales y cuenta con más de 90 empleados, en Lisboa. Un cuadro inspirado en 'Las meninas' de Diego Velázquez y ornamentos orientales aderezan la sala de reuniones, donde transcurre la entrevista, que tiene un cartel en la puerta donde pone 'Hong Kong'.

El Bison Bank surgió en 2018 tras la compra por parte del grupo hongkonés Bison Capital Financial Holdings del luso Banif–Banco de Investimento.

"En aquel momento, no había, por lo menos en Europa y Portugal, tantos bancos disponibles para la venta y este banco tenía una particularidad muy interesante, que era que su matriz desapareció en el proceso de disolución, este banco fue de alguna manera rediseñado con activos buenos", según explica el directivo.

Sus líneas de negocio son la gestión de recursos financieros a nivel individual, aparte de ser banco de inversión y de depósitos.

En paralelo se dedica a los criptoactivos a través de su subsidiaria Bison Digital Assets.

Una de sus particularidades es que es el único banco en Portugal que trabaja "casi exclusivamente" con clientes internacionales.

"En ese sentido tenemos el gusto inmenso de tener ya clientes en Latinoamérica, pero en realidad el Bison Bank tiene hoy clientes en 130 países diferentes", apunta Henriques.

En la región latinoamericana sus principales mercados son México y Colombia, mientras que el grueso de sus usuarios son de EE.UU., Brasil y Asia.

Son personas de ingresos elevados que necesitan de un banco privado para gestionar sus finanzas o que buscan alternativas al país donde residen por circunstancias políticas, sociales o de seguridad.

Hay clientes que acuden a ellos porque quieren diversificar su riqueza en varias entidades y geografías para reducir el riesgo y otros recurren a este banco por los criptoactivos.

En ese sentido, Henriques destaca que Bison Digital Assets no es un banco, ya que se trata de una sociedad comercial con licencia para gestionar criptomoneda, pero aplica estándares bancarios y es "una entidad altamente regulada".

Otra característica es que no ofrecen crédito, una decisión tomada con la desaparición de Banif–Banco de Investimento, ya que les hubiera obligado a tener grandes recursos y con la entrada del nuevo accionista querían ser una entidad rentable sin este apartado.

Así, la mayor parte de sus ingresos vienen de las comisiones, que han pasado de suponer 2,1 millones de euros en 2018 a 4,6 millones en 2024.

En ese periodo, el resultado neto de Bison Bank ha ido de -9,4 millones de dólares a 2,5 millones de 2024, mientras que el número de clientes ha crecido de 598 a 4.314. La manera que tienen de atraerlos es a través de sus socios en otros países.

"¿En quién confía el cliente? En su país confía en su banco, confía en su asesor (bancario), por lo que quienes conocen el Bison Bank son los bancos de los países y los asesores de estos clientes en estos países", precisa Henriques.

Por ejemplo, en Latinoamérica colaboran con un banco español, que si bien no es de la región es hispanohablante, para ofrecer a sus usuarios crédito de vivienda de manera indirecta.

Como no dan crédito, esto lo facilitan a través de su socio para que los usuarios puedan comprar una casa en Portugal.

Respecto al contexto internacional y las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, "tenemos una gestión de nuestra cartera de inversiones muy prudente, de muy bajo riesgo y el impacto en realidad es inmaterial", reflexiona.

Ante el panorama actual, opina que, hoy en día, "todo el mundo está enfadado con EE.UU." y que esta situación es "una gran oportunidad para China" de mostrar al mundo que es diferente, pese a que considera que a los occidentales les cuesta más mirar hacia Asia y a esa potencia, y ver la racionalidad económica. EFECOM

(foto)(vídeo)