Almería, 15 abr (EFE).- La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Roquetas de Mar (Almería) sospecha que el hombre detenido por practicar una circuncisión a un bebé de poco más de un mes, que falleció por una hemorragia, podría haber realizado antes otras intervenciones similares.
Así se desprende del auto de ingreso en prisión provisional, al que ha tenido EFE y que recoge la existencia de “riesgo de reiteración delictiva” y detalla que en el domicilio del investigado se encontró instrumental destinado a la práctica de circuncisiones.
Este maliense está acusado de un presunto delito de homicidio imprudente por la muerte del menor, ocurrida el pasado domingo en Roquetas de Mar. El juzgado aprecia riesgo de fuga debido a la “mayor vinculación con un país extranjero” y al hecho de que el arraigo alegado por su defensa “no elimina tal riesgo”.
El menor, nacido el 6 de marzo, fue intervenido en la vivienda familiar situada en la Avenida Cortijos de Marín. Según la investigación, el procedimiento se realizó sin titulación médica, sin condiciones sanitarias adecuadas y fuera de un centro médico. Los padres habrían pagado cien euros al detenido por llevar a cabo la intervención.
El bebé comenzó a sangrar de forma persistente y falleció a las 21:28 horas en el centro de urgencias de la Avenida Reino de España, adonde fue trasladado tras horas sin atención médica.
Fuentes judiciales han explicado que el propio detenido ha declarado que, en un primer momento, se negó a practicar la circuncisión, pero que accedió después de que los padres del bebé insistieran hasta en cuatro ocasiones en ello. Según esta versión, fue el padre quien contactó con él y quien colaboró en el procedimiento.
El detenido niega ser un curandero o dedicarse profesionalmente a estas prácticas. Asegura que permaneció solo diez minutos en la casa y que cuando se marchó, el bebé no sangraba.
Dichas fuentes sostienen que, de acuerdo al testimonio del propio progenitor, la hemorragia se habría producido hacia las 16:30 horas, más de cinco horas después de la intervención, pero los padres no llamaron a emergencias hasta casi las 20:00 horas. En ese tiempo, el bebé estuvo únicamente al cuidado de sus progenitores.
El arrestado mantiene que su actuación no fue la causa directa de la muerte y que, en todo caso, podría tratarse de un delito de lesiones, pero no de homicidio imprudente, ya que el investigado cree que, de haber sido atendido antes, el bebé podría haber sobrevivido.
El Hospital Materno-Infantil ‘Princesa Leonor’ de Almería atiende cada año entre 15 y 20 casos de menores que han sido sometidos a circuncisiones o ablaciones realizadas de forma clandestina, fuera del ámbito sanitario.
Así lo han indicado a EFE fuentes de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, que han apuntado que muchos de estos casos llegan derivados desde otros centros sanitarios de la provincia.
La mayoría de las atenciones están relacionadas con complicaciones derivadas de circuncisiones efectuadas sin control médico. Sin embargo, también se detectan casos de mutilación genital femenina (ablación), una práctica prohibida en España y considerada delito, que activa de inmediato los protocolos de protección al menor y la denuncia correspondiente ante las autoridades judiciales.
En todos los casos, los profesionales del hospital aplican los procedimientos establecidos por el sistema sanitario público andaluz para garantizar la atención integral del menor -médica, psicológica y social-, así como para alertar a los servicios sociales y judiciales en los supuestos de riesgo o vulneración de derechos. EFE
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