Ignacio Blanco
Madrid, 15 abr (EFE).- "¡Caigan las rosas blancas!", la nueva película de la argentina Albertina Carri que cuenta con la participación de la actriz española Luisa Gavasa, llega a los cines este miércoles para contar el "viaje errático" de huida y descubrimiento de cuatro mujeres lesbianas que termina mutando hacia la fantasía con elementos vampíricos.
La historia sigue a Violeta (Carolina Alamino), una directora de cine que es contratada para hacer un largometraje porno convencional y ecológico después de haber hecho una película porno lésbica 'amateur' junto a un grupo de amigas, pero sus ideas sobre los sistemas de géneros cinematográficos no le permiten llevar adelante la filmación y parte con sus amigas actrices en un viaje en caravana desde Buenos Aires hacia São Paulo.
Al llegar a la ciudad brasileña, deciden lanzarse a nado al océano Atlántico y encuentran una isla que las recibe a través de una extraña comunidad vampírica encabezada por una mujer de 70 años, Elvira, a quien da vida Luisa Gavasa.
"Es una película de comunidad, polisémica, pictórica, un llamado a la imaginación, un viaje hacia la fantasía... y muchas cosas más", cuenta a EFE la directora de cine independiente, que estrena su séptimo largometraje como continuación de la película pornográfica "Las hijas del fuego" (2018).
Con las mismas actrices, Carri hace ahora "un viaje más ambicioso" que combina "diferentes géneros cinematográficos" que "entran y salen" a lo largo de la cinta, con dosis de comedia, drama, erotismo lésbico, fantasía y reflexión sobre "cómo se hace el cine" o sobre los "sistemas patriarcales establecidos", añadiendo "conflictos y tensiones que no sucedían en la otra película".
La directora elige el género de 'road movie', "que en general es un género de lo masculino, y ahora son un grupo de mujeres las que viajan y se enfrentan a los propios problemas de las mujeres trasladándose de un territorio al otro".
"Es un viaje errático desde el comienzo, el grupo arranca el viaje con distintas motivaciones y en ese cruce de motivaciones el viaje se vuelve errático, pero hay un deseo de seguir juntas, de continuar, de acompañarse", explica la directora.
Con el eslogan "rabiosamente feminista y furiosamente política", la película recoge su título de un verso de un soneto del francés Gérard de Nerval, escritor de 'Las hijas del fuego', "un título bastante misterioso y enigmático" que se relaciona con el viaje de las mujeres hacia "ese paraíso selvático" y ensalza "lo poético que puede tener el cine".
Para la actriz Luisa Gavasa, cuyo personaje "vampírico" se incorpora al final del largometraje, esta es "una película que no se puede encasillar" en un género específico, "diferente, divertida, que, a través del humor y de situaciones muy locas, va contando y defendiendo muchas cosas".
Su personaje sirve para "formar un lugar desde lo femenino donde el vampirismo vaya a lo intelectual", pues "hay muchas maneras de sacarle la sangre a los seres humanos, no solamente desde el vampiro físico".
"Fue una película en la que me costó muchísimo aprenderme el texto, la primera vez en mi vida que tuve que pedir ayuda porque era un monólogo que tocaba temas tan distintos y encadenados de una manera tan compleja... y no fue fácil", reconoce la actriz.
Gavasa afirma que la cinta hace "un ataque a todo lo que se hizo en América en un momento determinado, a todo lo que se arrebata, lo que es la conquista" e invita a reflexionar también sobre cómo sería "un mundo menos poblado por patriarcados y que iría mejor si fuéramos las mujeres las que llevásemos las riendas".
Además, dice la intérprete, "en un país como Argentina, teniendo un presidente ahora como (Javier) Milei, hablar de lesbianas, de porno, de vampiras, es un poco surrealista pero también está tocando, yo creo, las narices a todo lo que le rodea".
Tras un rodaje de tres semanas en Latinoamérica, la actriz guarda el recuerdo de "los momentos de mujeres, esos momentos bonitos de mujeres, de solidaridad femenina". EFE
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