Siete detenidos en una operación contra la explotación sexual en prostíbulos de Zaragoza

Zaragoza, 14 abr (EFE).- Agentes de Policía Nacional han desarticulado una organización criminal internacional dedicada a la trata de mujeres para su explotación sexual en pisos prostíbulo, en una operación que se ha saldado con la detención de siete miembros del grupo y la liberación de ocho de sus víctimas.

Según informa la Dirección General de Policía este lunes, los detenidos, a los que se les imputan delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, trafico de drogas, coacciones y pertenencia a grupo criminal, captaban a la mayoría de sus víctimas, de origen colombiano, en su país mediante falsas ofertas de empleo para trabajar en la hostelería y en el cuidado de personas mayores.

La investigación policial, iniciada tras la denuncia de una víctima, permitió constatar la presencia en la capital aragonesa de este grupo criminal de carácter internacional, especializado en la captación de mujeres que se encontraban en situación de vulnerabilidad personal y económica en su país de origen para prostituirlas.

El entramado se aprovechaba de las cargas familiares y de la carencia de trabajo y de ingresos de las mujeres a captar para despertar su interés con falsas ofertas de trabajo en el sector de la hostelería y en el cuidado de personas mayores.

Para ello, la organización contaba en Colombia de una persona de confianza que se encargaba de la captación de estas mujeres, que además, añaden las fuentes citadas, debían cumplir unas determinadas características físicas que aseguraran mayores beneficios al ser prostituidas.

La captadora, después de obtener la aceptación de las víctimas, proponía hacerse cargo de todos los gastos relacionados con el traslado, la tramitación del pasaporte, compra de los billetes, reserva de hotel, para cumplir así los requisitos de entrada en territorio Schengen.

El traslado de las mujeres desde Colombia a España se realizaba bajo la supervisión de algún miembro del grupo criminal o bien en compañía de otras víctimas, y siempre tras aleccionarlas previamente sobre cómo actuar ante las autoridades españolas en los puestos fronterizos.

Cuando las víctimas llegaban a Zaragoza, eran alojadas en los pisos prostíbulo gestionados por la organización, donde los integrantes de la red no solamente les exigían "disponibilidad total" para la realización de todo tipo de servicios sexuales, sino que no dudaban en amenazar y coaccionarlas para que aceptaran relaciones violentas y forzadas con los clientes.

Estas mujeres eran controladas en todo momento por cámaras de videovigilancia, y por residir en los pisos donde eran prostituidas, cada mujer debía pagar al grupo 500 euros mensuales, además de la mitad del dinero obtenido en cada servicio realizado.

El control del entramado sobre las víctimas se estrechaba con la participación de las denominadas mamis, que ejercían como encargadas en los pisos prostíbulo y responsables de trasladar e intercambiar a las mujeres explotadas entre los distintos pisos que controlaba la organización, a fin de "aportar novedad a los clientes e incrementar así la clientela y los beneficios", añaden las fuentes citadas.

También obligaban a las víctimas a adquirir, con su propio dinero, ropa sugerente para realizar sesiones fotográficas con las que publicitar sus servicios en páginas de contactos en internet.

Además, estas mujeres eran las encargadas de adquirir, recibir y suministrar a los clientes cocaína y potenciadores sexuales, y de instar al consumo de esta droga entre las víctimas para generar su dependencia y aumentar así las deudas con el grupo criminal.

La operación policial ha finalizado con el registro de cuatro inmuebles en la ciudad de Zaragoza en los que se ha intervenido dinero en efectivo, varias dosis de cocaína, material informático y diversa documentación relevante para la investigación. EFE