Marta Garijo
Madrid, 14 abr (EFECOM).- El debate sobre una posible prórroga del calendario de cierre de las centrales nucleares españolas se mantiene vivo, aunque oficialmente no hay propuestas sobre la mesa para realizar cambios, en un entorno de aumento de las tensiones geopolíticas.
El reloj de la cuenta atrás para el cierre escalonado de las centrales nucleares está en marcha, con la vista puesta en la central de Almaraz (Extremadura), que según este calendario pactado por las empresas y la sociedad pública Enresa en 2019, será la primera afectada en 2027.
En las últimas semanas se ha intensificado la conversación alrededor de esta planificación; con declaraciones de políticos, CEOE, sindicatos y de las propias empresas que abogan por ampliar las fechas del calendario pactado, que estipula un cierre escalonado entre 2027 y 2035.
Asimismo, el PP ha registrado una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para prolongar la vida útil de las centrales nucleares en España.
Este partido ya llevó a debate una proposición no de ley, que fue rechazada en la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados.
Según explican fuentes del ministerio consultadas por EFE no hay novedades respecto a este calendario, ni existe una petición formal para ampliarlo.
"Creo que es una forma de generar muchísimo ruido y, hasta el momento, no hemos visto una propuesta", señaló la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, preguntada en una entrevista con EFE a finales de marzo sobre el debate surgido alrededor del calendario de cierre de las nucleares.
Según explican fuentes del mercado consultadas por EFE, la próxima reunión de CNAT -la agrupación de interés económico que gestiona las centrales de Almaraz y Trillo- será la segunda quincena de mayo, y ahí podría analizarse una propuesta de prórroga, sobre la que todavía no hay detalles.
La propiedad de Almaraz está compuesta por un 52,7 % de Iberdrola, un 36 % de Endesa y un 11,3 % de Naturgy.
Según ha reiterado en diversas ocasiones la titular del ministerio de Transición Ecológica, son las empresas las que deben solicitar esta ampliación.
Mientras que las compañías han insistido en que lo que buscan es un diálogo sobre el futuro de las centrales nucleares en España en un entorno internacional muy diferente al de 2019.
En este debate sobre el calendario del cierre de las nucleares, el foco está puesto sobre con qué fuente de energía se sustituirá la nuclear en el 'mix' energético si se mantiene el calendario fijado.
Una cuestión que llega en un momento de tensiones geopolíticas crecientes, donde las energías renovables se caracterizan por su intermitencia y en el que se prevé un incremento de la demanda por el auge de nuevas instalaciones, como los centros de datos.
Lo previsible es que esta energía fuera sustituida por gas, algo que algunas voces apuntan podría incrementar el precio de la factura y una mayor dependencia de terceros países.
En este sentido, el presidente de Iberdrola, en una entrevista con 'Financial Times' advirtió de un incremento repentino de los precios energéticos de más de un 25 % si España repite el "gran error" cometido por Alemania de cerrar sus plantas nucleares.
Aagesen en la misma entrevista con EFE señaló que ellos no tienen esa preocupación y explicó que cuando el Gobierno realizó el análisis de la planificación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) también estudió cómo el nuevo escenario iba a impactar en los precios.
Por otra parte, el presidente de Endesa, José Bogas, en un acto a comienzos de abril señaló que a su juicio "sería un error cerrar las centrales nucleares hoy" y añadió que al menos "habría que posponerlo", lo que no es lo mismo que alargar la vida útil de estas instalaciones.
Bogas también ha hecho referencia en algunas de sus intervenciones, como en la rueda de prensa de resultados de 2024, a lo que denomina la fiscalidad de las mismas al asegurar que estas soportan "cargas fiscales muy elevadas" y apuntó que si se quitan estas cargas sería una de las tecnologías "más competitivas" que existen.
La semana pasada, el director de la Agencia Internacional dela Energía (AIE), Fatih Birol, consideró en un evento organizado por la Fundación Naturgy y el IESE que España se debería "replantear" el calendario de cierre de estas centrales nucleares
Lo dijo después de que en febrero la institución ya advirtiera de que este supondría un aumento de la dependencia de las centrales de gas, a menos que haya un aumento del almacenamiento que permita aumentar la flexibilidad de las renovables.
La unidad I de Almaraz inició su actividad el 1 de mayo de 1981; mientras que Almaraz II lo hizo el 8 de octubre de 1983.
Para hacerse una idea de la energía que genera la central de Almaraz, según se recoge en el primer informe semestral de 2024 -el último publicado- esta genera el 7 % de la demanda eléctrica anual lo que equivale al consumo de 4 millones de hogares españoles.
"La planta es una instalación clave para la garantía de suministro debido a su alta disponibilidad de funcionamiento", señala el mismo informe.
En el caso de alargar el calendario para que siguiera operativa la central, la fecha para tomar la decisión debería ser anterior para poder hacer frente a la operativa necesaria. EFECOM