Enfermería reivindica su capacidad de recetar ante las "indignas" críticas de los médicos

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Madrid, 11 abr (EFE).- El Consejo General de Enfermería (CGE) ha reivindicado este viernes su capacidad para poder prescribir algunos fármacos que le concede el anteproyecto de ley del medicamento y ha amenazado a los médicos con acciones judiciales por sus "indecentes" críticas en las que avisan de que arriesga la seguridad del paciente.

Las enfermeras han arremetido contra la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que reaccionó al texto aprobado por el Gobierno el pasado martes rechazando "cualquier medida que otorgue a otros profesionales, como enfermeros o fisioterapeutas, la potestad de prescribir medicamentos por considerar que puede comprometer la seguridad del paciente y desdibujar el actual modelo asistencial".

El CGE sólo se refiere a esta sociedad científica, si bien durante estos días, el Foro de la Profesión Médica -compuesto por el conjunto del colectivo, desde la Organización Médica Colegial a sindicatos y estudiantes- han censurado la prescripción enfermera por el mismo motivo.

Para Enfermería, "cuestionar de esta forma el trabajo de una profesión hermana es, sencillamente, indigno", y cree que se trata de "una acusación injusta, inmoral y contraria al propio juramento hipocrático".

Se olvida, dice, "algo esencial", que las enfermeras tienen una formación de grado de 4 años en la universidad, y muchas son especialistas y máster que añade 2 años más adicionales, y otras muchas llegan a doctoras tras 2 ó 3 años de formación académica reglada. Es decir, entre 4 y 9 años, equivalente al de cualquier otra disciplina.

También que el anteproyecto "sólo viene a refrendar y facilitar lo que ya es una realidad" en el sistema sanitario, porque las enfermeras recetan de forma autónoma medicamentos no sujetos a prescripción médica como productos sanitarios.

Con los recetables les amparan las diez guías que las habilitan a prescribir fármacos para diabetes, hipertensión, heridas, quemaduras, ostomías, anticoagulación oral, fiebre, deshabituación tabáquica y anestésicos locales.

"No queremos ser médicos, pero sí consideramos necesario poder ejercer nuestras competencias", porque "no es de recibo que una enfermera haga el seguimiento de un paciente crónico, cure una herida o atienda a una mujer embarazada y después tenga que remitir a ese paciente a otro profesional sólo para que firme la receta", prosigue el Consejo.

Por todo ello, sus servicios jurídicos están analizando la posibilidad de interponer "cuantas medidas judiciales sean precisas en defensa del prestigio de la profesión enfermera contra quienes están poniendo en tela de juicio su labor", su "honor" y "dignidad".

"Generar alarma en la población cuestionando nuestra profesión es indigno. Basta ya. Su corporativismo trasnochado y el afán de conservar cuotas de poder históricas en el sistema sanitario no justifican este ataque indiscriminado contra la profesión más numerosa de nuestra Sanidad", zanja. EFE