Madrid, 10 abr (EFE).- De la primera manifestación de la historia de la Guardia Civil para exigir su inclusión en la Seguridad Social hasta sus protestas para reclamar la equiparación salarial, el libro ‘Guardias civiles: 30 años de lucha por sus derechos’ recupera la historia de las conquistas laborales y sociales de los agentes del instituto armado, como los derechos de reunión o manifestación.
“Cuando el silencio se vuelve insostenible, comienza una lucha incansable por la dignidad y los derechos que transforman generaciones”. Así comienza el texto escrito por Pedro J. Carmona y Paula Cuesta, de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), dedicado a José Morata, fundador de la entidad que fue expulsado precisamente por su voluntad de crear un sindicato.
En la presentación, que ha tenido lugar este jueves en la sede de la AUGC, Carmona ha señalado que el libro trata de reconstruir la “batalla constante, a menudo clandestina y siempre valiente” por la dignidad y derechos de los hombres y mujeres que conforman el instituto armado.
Una consecución de derechos que tuvo lugar en el seno de una institución “tradicionalmente cerrada y militar”, en la que fueron los propios agentes quienes “alzaron la voz” y lucharon para conseguir avances laborales a costa de “represalias y persecuciones”, tanto desde el plano político y judicial como por parte de sus propios compañeros.
En ese sentido, el documento repasa momentos clave de la transformación social de la Guardia Civil, como la ‘Operación Columna’, en la que el instituto armado espió y persiguió a Morata por su intención de crear un sindicato; las primeras concentraciones tanto en la transición como en democracia; la lucha contra la corrupción en el caso ‘Roldán’ o el nacimiento de Coproper 6-J, el primer movimiento asociativo de la benemérita.
El libro se detiene en el papel que mantuvieron las mujeres y los familiares de los guardias civiles cuando todavía estaba prohibido el derecho de asociación, que ejercieron de “portavoces” de sus reivindicaciones, según ha contado Paula Cuesta, coautora del trabajo.
Y también se detiene en “lo que queda por conseguir”: la igualdad de condiciones retributivas con las policías autonómicas y el derecho de sindicación, porque “abriría una vía para afianzar ese derecho”, ha defendido Carmona. EFE
1012043