Mascate, 10 abr (EFECOM).- La consejera delegada de Veolia, Estelle Brachlianoff, asegura tener "muchos" planes para desarrollar más la actividad en sus diferentes negocios en España, ahora que el brazo inversor de La Caixa se ha convertido en uno de sus accionistas estratégicos, pero por ahora no los quiere concretar.
En un encuentro con la prensa española esta semana durante un viaje organizado para visitar sus complejos de desalinización en Omán, Brachlianoff se esforzó en negar las informaciones en medios sobre fricciones pasadas con el actual director ejecutivo de CriteriaCaixa, Ángel Simón, y aseguró que "las relaciones son buenas".
La responsable ejecutiva del grupo francés de servicios medioambientales insistió en que las dos partes se conocían y que acordaron la entrada en el capital de la entidad española, que se produjo en marzo con poco más del 5 % del capital que supuso una inversión de alrededor de 1.000 millones de euros.
Por una parte, recordó algunos de los últimos proyectos que han cerrado en España, como el acuerdo de noviembre entre Veolia y Enagás para recuperar frío en la terminal de gas natural licuado (GNL) que esta última tiene en el puerto de Barcelona.
"Hay mucho por venir no sólo en términos de inversión, sino también de innovación", señaló la consejera delegada, que destacó que el volumen de inversión de la empresa en 2024 en España duplicó el que había tres años antes, pero sin querer dar ninguna cifra.
España representa para Veolia 2.500 millones de euros de facturación de un total de 44.700 millones y una plantilla de 14.000 personas sobre 220.000 en todo el mundo.
Preguntada sobre el negocio de la desalinización, al que Veolia ve una gran proyección (espera mantener su cuota del 18 % a escala mundial en un mercado que estima que supondrá unos 97.000 millones de dólares en el horizonte de 2030, Brachlianoff no respondió directamente sobre si tiene intención de presentarse a la licitación de nuevas plantas.
Prefirió ampliar el foco y hacer hincapié en que la cuestión de la escasez de agua hay que abordarla desde diferentes ángulos en que su empresa está activa, como el ahorro en el consumo o en unas redes de distribución más eficientes con menos pérdidas, así como en el reciclaje.
Recordó que en España el consumo urbano es relativamente moderado (en Barcelona un habitante medio gasta cuatro veces menos que uno en Nueva York) y que el porcentaje reciclado (15 %) es alto si se compara con el de otros países europeos como Francia (1 %), aunque hay otros que van mucho más lejos (Jordania 90 %).
También que España es ya uno de los países que más capacidades de desalinización tiene (es el cuarto en el mundo).
En ese contexto, se limitó a indicar que "hay muchas cosas que serán posible en los próximos años" y eso incluye la extensión de las plantas de desalinización existentes, así como la construcción de otras nuevas.
Pero también la mejora de la eficiencia energética, por ejemplo con la instalación de tecnologías o prácticas de mayor eficiencias en los complejos en funcionamiento. EFECOM