Magdalena Tsanis
Madrid, 8 abr (EFE).- En la primavera de 1984, cuando Margaret Atwood empezó a escribir 'El cuento de la criada', vivía en la parte occidental de un Berlín aún dividido por el Muro y nada hacía presagiar que ese libro se convertiría en un fenómeno de masas 33 años después debido a Trump, el Metoo y una serie de televisión.
La serie, estrenada en 2017, llega ahora a su final con la emisión a partir de este martes de su sexta temporada, pero Trump ha vuelto a la Casa Blanca y el Metoo sigue vigente, pese a los reveses judiciales, como la anulación de la histórica condena a Harvey Weinstein.
En realidad Gilead tampoco acaba aquí porque la república ficticia imaginada por Atwood, una teocracia puritana amenazada por el terrorismo islámico y la contaminación, donde la fecundidad escasea y las mujeres son esclavizadas y usadas para procrear, tendrá continuidad televisiva con la adaptación de 'Los testamentos' (2019).
La escritora canadiense publicó esa secuela, que explora cómo se derrumban los regímenes opresivos, alentada por el éxito y las reediciones de la novela original, que escaló tardíamente a las listas de más vendidos en medio mundo y fue traducida a 40 idiomas.
'Los testamentos' transcurre quince años después de los hechos que incumben a Defred, protagonista y narradora de la primera entrega, e intercala los puntos de vista de otras tres mujeres de la época.
El rodaje de la adaptación, con el 'showrunner' original de la serie, Bruce Miller, al mando, está previsto que comience también este mes de abril y los seguidores de Atwood confían en que recupere su espíritu después de los bandazos que han dado las seis temporadas de 'El cuento de la criada'.
Y es que toda la novela se aprovechó para la primera temporada, que arrasó en los Emmy en 2017 y fue alabada por la crítica y el público por su pertinencia en unos tiempos en los que el debate sobre el aborto o la gestación subrogada volvían a estar sobre la mesa.
La historia y sus personajes se convirtieron en un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres en Estados Unidos -con la protagonista y productora Elizabeth Moss al frente- pero también en otros países como Argentina, con el movimiento por la legalización del aborto, aprobado en 2020.
Pero en paralelo la serie empezó a decaer, con una segunda temporada muy criticada por el exceso de brutalidades y tres tandas más totalmente alejadas de la novela y que no consiguieron hacerla remontar.
En el prólogo de la edición de 2017 de 'El cuento de la criada' Atwood cuenta que, durante su estancia en Berlín, todos los domingos escuchaba el sonido de los aviones de la Alemania Oriental, que rompían la barrera del sonido, y que en sus visitas al otro lado del telón de acero experimentó la sensación de ser objeto de espionaje.
Todas esas experiencias, asegura, influyeron en la escritura del libro. Nacida en Ottawa en 1939, Atwood forjó su conciencia en la Segunda Guerra Mundial, por lo que siempre ha tenido presente que el orden establecido puede desvanecerse de la noche a la mañana.
Según la escritora, todo lo que incluye en el libro ha sucedido en realidad en algún momento de la historia y en algún lugar del mapa y menciona las ejecuciones grupales, las quemas de libros, el programa Lebensborn de las SS, el robo de niños en Argentina o la historia de la esclavitud en Estados Unidos.
En cuanto al control de las mujeres y sus descendientes, dice que ha sido "la piedra de toque de todo régimen represivo del planeta". EFE