Londres, 7 abr (EFECOM).- El Gobierno británico informó este lunes de que flexibilizará la regulación sobre los vehículos eléctricos para ayudar a las empresas tras la guerra comercial iniciada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, con la imposición de aranceles.
Si bien el Gobierno británico prohibirá la fabricación de vehículos de gasolina y diésel para 2030, tras su aplazamiento hasta 2035 por el anterior Ejecutivo conservador, el nuevo plan del Ejecutivo permitirá a los fabricantes vender coches híbridos hasta 2035.
Esta medida responde a la petición de fabricantes de automóviles, como Toyota y Nissan, de una prórroga para los vehículos híbridos, en medio de la guerra comercial de Trump.
Además, el Gobierno indicó que habrá una mayor flexibilidad al reducir las multas por cada vehículo que no alcance el objetivo del 2030 en 3.000 libras (3.600) hasta 12.000 libras (14.400 euros).
La empresa Jaguar Land Rover comunicó hace unos días su decisión de hacer una pausa en los envíos de vehículos a EE.UU. para abordar las nuevas condiciones creadas por la guerra comercial.
El primer ministro británico, Keir Starmer, señaló que el comercio mundial "se está transformando, por lo que debemos avanzar más y con mayor rapidez en la transformación de nuestra economía".
"Estoy decidido a respaldar la brillantez británica. Ahora más que nunca, las empresas y los trabajadores del Reino Unido necesitan un gobierno que dé un paso al frente", por lo que "hoy anuncio cambios audaces en la forma en que apoyamos a nuestra industria automotriz", agregó.
Así, Starmer espera que esto pueda ayudar a garantizar que las empresas británicas puedan exportar automóviles fabricados por trabajadores británicos a todo el mundo, y que la industria "pueda mirar hacia el futuro con confianza y orgullo". EFECOM