Los químicos en productos para niños abren la puerta a alergias futuras, según una experta

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María Alonso

Málaga, 6 abr (EFE).- Las sustancias químicas presentes en los alimentos o productos de higiene para niños, como las toallitas o cremas, pueden hacerles más sensibles ante los alérgenos, según la presidenta de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), María José Torres, catedrática del Departamento de Medicina de la Universidad de Málaga.

Los menores son los más vulnerables ante estos tóxicos y quienes presentan un mayor riesgo a largo plazo, ya que estarán expuestos a estas sustancias durante más años, ha explicado a EFE esta científica, primera mujer y primera persona de España en presidir la EAACI.

El uso extendido de las toallitas -con químicos- para la higiene de los niños o de cremas y otros productos que pueden contener conservantes, pueden alterar la barrera epitelial de los más pequeños de la casa.

"Esto hace que, luego, si entran en contacto con alérgenos o con cualquier sustancia se puedan sensibilizar, porque cada vez está más claro que a través de la piel nos podemos volver alérgicos a alimentos o pólenes", ha asegurado Torres.

Estas barreras epiteliales, que son una capa de células que recubre la piel y los órganos internos, se encargan de proteger al organismo de toxinas, microorganismos y otros agentes externos; pero los químicos alteran ese sistema de defensa del cuerpo, lo que provoca que las sustancias perjudiciales entren en contacto con el sistema inmune.

"La forma de vida que tenemos, en la que utilizamos una importante cantidad de productos químicos en nuestra piel y comemos e inhalamos productos químicos, hace que esas barreras epiteliales se rompan y aparezcan como huecos", ha detallado la investigadora de la UMA.

Esta situación genera que sustancias que antes no tenían por qué contactar con el sistema inmune, como pólenes, alimentos o medicamentos, entren en un contacto directo y pueda aparecer una reacción alérgica.

Además, la científica ha alertado de que el microbioma -la comunidad de microorganismos como los hongos, bacterias o virus que viven en la piel o el tracto gastrointestinal- ha disminuido en su diversidad "de una manera importantísima".

Este conjunto de pequeños organismos es dinámico y cambia en respuesta a factores ambientales como el ejercicio, los contaminantes, la dieta o la medicación. Pero también se puede ver reducido por no estar expuesto a "bacterias buenas".

El hecho de que el ser humano ya no conviva con animales de labor hace que esté expuesto a un ambiente "mucho más aséptico", que conlleva que el microbioma se modifique y aumente la posibilidad de que haya alergia, por lo que "todo está directamente relacionado con el estilo de vida moderno", ha señalado.

Además, cuando por ejemplo los pólenes están expuestos a contaminantes, como ocurre cuando hay plantas y árboles cerca de las autovías, esas partículas tóxicas del diésel o la gasolina pueden modificarlos, para que sea más agresivo y pueda inducir un mayor número de reacciones alérgicas, ha añadido.

Una de las investigaciones principales que están llevando a cabo los expertos de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica está centrada en qué impacto tiene el cambio climático en la salud y la biodiversidad.

Torres ha afirmado que han comprobado que este fenómeno está provocando que la gravedad de las enfermedades sea mayor y que, por ejemplo, los pólenes se estén modificando y sean más alérgenos.

Si antes los periodos de polinización eran de cinco meses, "ahora duran más" y hay nuevos pólenes, también en España, lo que se traduce en que cada vez habrá más personas alérgicas, con mayores síntomas y durante más tiempo, ha avisado.

Sobre qué se puede hacer, esta investigadora, que forma parte del listado de Mujeres Investigadoras Españolas y en España 2025 –ocupando el primer puesto en Málaga y el segundo en Andalucía-, elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), resalta la importancia de que las administraciones reduzcan las tasas de contaminación y fomenten la investigación. EFE

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