Pamplona, 28 ene (EFE).- Osasuna afronta la doble cita ante la Real Sociedad con esperanzas de solventar ambas a pesar de las nueve jornadas en Liga sin ganar que acrecienta la ansiedad de un equipo que ha visto cómo su dinámica ha cambiado en tres meses.
Se acerca el primer gran partido del año, el de dentro de nueve días en San Sebastián que determinará el tercer clasificado para las semifinales de la Copa del Rey que darán inicio el 25 y 26 de febrero. Antes de ello, El Sadar será el escenario donde rojillos y los txuri-urdin tanteen su estado de forma con tres puntos en juego que ambos necesitan.
Por un lado, los de Vicente Moreno acumulan nueve fechas sin ganar, con tres derrotas y seis empates que no les han permitido asentarse en los puestos nobles de tabla, ocupando actualmente la undécima plaza con 27 puntos.
El 2 de noviembre se logró la última victoria en Liga, ante el Valladolid en Pamplona por 1-0. Ante Budimir puso a su equipo con 21 puntos aquel día en cuarta posición, logrando así el segundo arranque con mayor puntuación en la historia en Primera División.
Todo pintaba de lo lindo para un técnico que solventó con creces sus primeros meses como sucesor de Jagoba Arrasate. La parroquia habitual de Tajonar ya atisbaba un curso lleno de emociones que el tiempo encargó de rebajarlas hasta el punto de cuestionar a su preparador.
A día de hoy, no hay noticias de la continuidad del de Massanassa, algo que parece supeditado como mínimo a la permanencia. Mientras tanto, Moreno sigue tratando de dar con la tecla que cambie la dinámica de los suyos.
Por el contrario, las buenas sensaciones de la Copa dan vida a un grupo de futbolistas que se sobrepuso contra todo pronóstico al Athletic en San Mamés. Días después, la suerte no estuvo de su lado en el sorteo que deparó los cuartos a domicilio contra la Real. El deseo de la presidencia, dirección deportiva y equipo quedaba apagado.
A pesar de ello, la plantilla se ha conjurado para volver a ejecutar un plan de partido que tumbe la superioridad de calidad de los donostiarras. Con Bryan Zaragoza ya recuperado, Osasuna cuenta con posibilidades de silenciar un estadio en el que han vencido en las dos últimas ocasiones que lo han visitado, con dos asistencias del malagueño en la última vez.
Con cuatro días entre partido y partido, Moreno deberá valorar el estado físico de los suyos en vistas a apostarlo todo por la Copa en detrimento de una Liga en la que muchos han dejado de creer en cotas mayores que la siempre satisfactoria salvación. EFE
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