Illa: De querer tener los presupuestos en vigor el 1 de enero a darlos por perdidos

Gobierno catalán enfrenta la ausencia de presupuestos para 2025 tras thất bại de negociaciones con ERC, mientras se preparan para la prórroga y ajustan cuentas del ejercicio anterior

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Martí Puig i Leonardi

Barcelona, 26 ene (EFE).- El Govern de Salvador Illa se fijó como "prioridad fundamental" que los presupuestos de la Generalitat de 2025 entraran en vigor el primer día del año, si bien la negativa de ERC a negociarlos ha llevado al ejecutivo catalán a asumir esta semana que deberá gobernar con las cuentas prorrogadas.

El 27 de agosto, apenas quince días después de que los nuevos consellers tomaran posesión, la portavoz y titular de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, informó de que el Govern renunciaba a aprobar los presupuestos de 2024 y se ponía manos a la obra con los de 2025, con el objetivo de que fueran una realidad ya el 1 de enero.

La apuesta parecía arriesgada, pero no imposible: Illa se proponía reeditar la ajustada mayoría de la investidura en un momento en el que ERC se encontraba (y aún se encuentra) en pleno debate interno.

La mayoría de la investidura -PSC, ERC y Comuns- es la misma que aprobó los presupuestos de la Generalitat de 2023, pero también la que naufragó a la hora de acordar las cuentas de 2024. El fracaso de ese proyecto presupuestario llevó, de hecho, a Pere Aragonès a adelantar unos comicios que, a la postre, acabarían aupando a Illa a la presidencia de la Generalitat.

Lo que hizo que ERC y los Comuns rompieran las negociaciones de esas cuentas fue el macroproyecto de ocio que Hard Rock quiere instalar en la provincia de Tarragona. Sobre esta cuestión se votará esta semana en el Parlament: PSC, ERC y los Comuns unirán fuerzas para eliminar las rebajas fiscales aprobadas 'ad hoc' en 2014 para los promotores de este proyecto.

Ironías de la política, ERC y los Comuns han salido debilitados de una pugna en la que quien ha cambiado de postura ha sido el PSC, que ahora acepta -forzado por las negociaciones de investidura- una modificación legal que antes rechazaba.

El batacazo electoral de ERC hizo entrar en convulsión interna a los republicanos, que optaron por hacer president a Illa tras una ajustada consulta interna que demostró, una vez más, la fractura existente en el partido.

La semana posterior a las autonómicas, celebradas el 12 de mayo, estalló una crisis cuya primera fase los republicanos no cerraron hasta el 14 de diciembre, cuando la candidatura de Oriol Junqueras venció las elecciones internas.

Junqueras tuvo que sudar más de lo que preveía, pues pretendía resolver la contienda quince días antes, en la primera ronda llevada a cabo el 30 de noviembre. Las dos semanas que pasaron entre una y otra votación ya hicieron del todo evidente que Illa no tendría presupuestos el 1 de enero y alejaron el 'sí de ERC a las cuentas, puesto que las dos candidaturas en liza endurecieron el tono con los socialistas para atraer el voto de la militancia.

La lista de Junqueras se impuso con apenas el 52,2 % de los sufragios y ERC ha cerrado esta semana definitivamente la puerta a negociar los presupuestos con el Govern, a la espera de que se den pasos, en los próximos meses, hacia la 'financiación singular'. Y es que la nueva dirección sabe que no puede dar pasos en falso que puedan comprometer sus planes para el XXX Congreso Nacional de los republicanos, que se alargará hasta mediados de mayo.

"¿Cómo se podía permitir el Govern de la Generalitat renunciar a intentar tener unos presupuestos el 1 de enero con las consecuencias positivas que esto podría haber tenido? Evidentemente lo hemos intentado hasta el último momento", se defendía el pasado martes Paneque, que evitó criticar la decisión de ERC, al tiempo que rechazó asumir errores de cálculo por parte del ejecutivo.

Esta semana el pleno del Parlament deberá pronunciarse sobre el decreto de prórroga presupuestaria aprobado por el Govern a finales de año, que previsiblemente saldrá adelante sin sobresaltos.

A partir de aquí, el ejecutivo utilizará los "mecanismos" que tiene para seguir gobernando, entre ellos la posibilidad de aprobar suplementos de crédito para incorporar hasta 4.000 millones de euros a las cuentas prorrogadas, lo que también debería reunir el voto de ERC y los Comuns.

La consellera de Economía y Finanzas, Alícia Romero, ha recordado esta semana que el Govern de Aragonès no logró aprobar presupuestos en 2024 pero sí sumó a los de 2023, tras el visto bueno del Parlament, hasta 2.700 millones.

El ejecutivo socialista se ha comprometido a cumplir con los acuerdos de investidura, como le reclaman ERC y los Comuns, pero no esconde que la falta de presupuestos dificultará la tarea. EFE