José Miguel Blanco
Madrid, 26 ene (EFE).- Atacar al PP y convencer a Junts. Esa es la estrategia del Gobierno después de que el rechazo de esos grupos junto a Vox al real decreto ley ómnibus haya dejado en un compás de espera medidas como la revalorización de las pensiones y haya aumentado las dudas sobre la posibilidad de aprobar unos nuevos presupuestos.
Ese aumento de las pensiones o las ayudas por la dana o al transporte que incluía el decreto rechazado son medidas que fuentes del Ejecutivo aseguran a EFE que saldrán adelante de una u otra forma en medio de una guerra por el relato entre los socialistas y la formación de Alberto Núñez Feijóo.
Pero la forma en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere que se conviertan en realidad no pasa por trocear el contenido del real decreto, en contra de lo que le está pidiendo el principal partido de la oposición.
Tal y como dejó claro el pasado viernes, pretende que la herramienta sea la misma que no logró superar la prueba del Parlamento, un decreto que incluya tanto esas iniciativas como al menos gran parte de las que estaban también en el texto original.
Lograrlo solo tiene un camino, que alguno de los partidos que votaron en contra cambien de opinión y lo apoyen, y por eso el Gobierno carga las tintas contra el PP consciente de que nada le llevará a respaldarlo, y apela a la responsabilidad de Junts confiado en que hay margen de negociación con esta formación.
Sánchez, sus ministros y otros dirigentes del PSOE multiplican sus reproches al PP por impedir que prosperen medidas que benefician a los ciudadanos, y las fuentes del Gobierno señalan a EFE ante las pretensiones de Génova que "aquí no hay ningún troceo que valga".
"No hay prisa. Vamos a negociar con los grupos aunque ya sabemos cuál es la actitud del PP, que con su rechazo a aprobar medidas sociales demuestra una actitud que perdura en el tiempo y que no es un pecado de juventud", añaden.
El argumento de que no es necesaria una decisión inmediata porque hay margen de algunas semanas para que los pensionistas no vean reducidas sus percepciones en febrero, parece inclinar la balanza a que no sea el próximo martes cuando el Consejo de Ministros apruebe otro real decreto ómnibus.
Pero todo depende de la marcha de las conversaciones con otros grupos y especialmente con Junts, según las fuentes citadas, que están convencidas de que Sumar entendería esperar alguna semana para esa decisión pese a que está reclamando actuar sin dilación.
A la espera de la evolución de los acontecimientos en torno a este asunto, lo que se desprende también del rechazo al real decreto ley 'ómnibus' es que no se alimenta la esperanza de Moncloa de aprobar unos nuevos presupuestos
La enésima prueba de la acuñada imprevisibilidad del partido de Carles Puigdemont en esta legislatura y máxime tras el anuncio del expresident de que suspendía toda negociación con el PSOE, incluidos los presupuestos, hace que gane enteros el escepticismo sobre las cuentas del Estado para este año.
Unas cuentas que el Gobierno aspiraba a que pudieran presentarse en el primer trimestre pero que ni siquiera ha comenzado a negociar formalmente y ante las que tampoco ha presentado el preceptivo techo de gasto.
Fue llamativo el comentario de Sánchez esta semana en Davos, donde participó en el Foro Económico Mundial que cada año alberga esta localidad suiza, al plantearle qué pasaría si a finales de marzo no se hubieran aprobado nuevos presupuestos.
El presidente del Gobierno dijo sentirse "muy cómodo" con los actuales presupuestos (los de 2023 que se han ido prorrogando) porque están hechos por su propio Ejecutivo.
También acudió a Davos el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y al preguntarle los periodistas si las palabras de Sánchez son un signo de que ven ya muy difícil aprobar unos nuevos, aseguró que quieren seguir dando una oportunidad a la negociación.
Pero al mismo tiempo quitó hierro a continuar en la situación actual al recalcar que en 2024, con presupuestos prorrogados, España siguió creciendo.
Si el Gobierno ve imposible contar con apoyos suficientes tendría que decidir si de todas formas presenta el correspondiente proyecto de ley presupuestario, como ha venido asegurando que haría, o evita ese trámite y mira ya al de 2026.
El año pasado, Sánchez decidió a mediados de marzo no presentar el proyecto de cuentas del Estado para 2024 al considerar que el adelanto electoral que hubo en Cataluña impediría que fructificasen las negociaciones con los partidos independentistas, cuyo voto era (y sigue siendo) imprescindible.
Las fuentes del Gobierno consultadas por EFE defienden dar "tiempo al tiempo" y seguir "sudando la camiseta", y no tiran la toalla para unos nuevos presupuestos.
Pero ante el hipotético escenario de que no fueran posibles, repiten que la legislatura no está en riesgo y que este Gobierno en minoría tiene acreditada experiencia en seguir avanzando.
Ese es el mensaje que Sánchez lanza ante cada obstáculo de la legislatura y ese es el mensaje que se repite en Moncloa ante la tesitura actual: habrá legislatura con o sin decreto ómnibus. Habrá legislatura con o sin presupuestos. EFE
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com Código 22465842 y otros)
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