Las opciones de turismo verde dan la vuelta al mundo y sus ecosistemas en Fitur 2025

Iniciativas en lugares como Uganda, Costa Quebrada y Galápagos promueven el turismo sostenible, combinando conservación ambiental con desarrollo comunitario y experiencias auténticas en contacto con la naturaleza

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Madrid, 24 ene (EFE).- Avistar gorilas en Uganda, escrutar las estrellas en el norte de la Península Ibérica o recorrer paisajes invernales a bordo de motos de nieve eléctricas en Finlandia son algunas de las propuestas del turismo verde, sostenible y respetuoso con el medioambiente, muy presente en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).

Fitur ofrece una amplia variedad de actividades desplegadas por empresas, comunidades autónomas y países de todo el mundo orientadas a disfrutar y poner en valor la Naturaleza apoyándose además en el desarrollo de las comunidades locales, han explicado a EFE diversos técnicos presentes en la feria.

Así, la contaminación lumínica, que impide una contemplación serena del cielo nocturno, ha generado un tipo de turismo tan científico como recreativo que permite a localidades de la España rural como en la provincia de Teruel ofrecer la identificación de estrellas y constelaciones incluso a simple vista, guiados por un monitor 'Starlight', según la técnica de turismo de esta provincia aragonesa, Puri Villarroya.

Otra propuesta nacional es la del Geoparque Costa Quebrada, que abarca el litoral de ocho municipios de Cantabria, donde se realizan actividades como safaris fotográficos nocturnos que permiten descubrir de una forma original ecosistemas y seres vivos de las zonas intermareales con "un fuerte componente de educación ambiental", apunta su coordinadora Lucía Duribe, quien insiste en la importancia de conservar los territorios propios.

Cruzando el Atlántico, islas como Puerto Rico, enlazan el turismo verde con el desarrollo social impulsando proyectos en pequeños pueblos como Salinas o Rosario. donde "se capacita a comunidades de bajos recursos en senderismo y actividades ambientales", indica el guía turístico Robert Moreno, "para que ellos mismos puedan dar a conocer el patrimonio cultural" en su zona.

Estas iniciativas no sólo permiten descubrir lugares poco conocidos, sino que impulsan la economía local, benefician a “chinchorros” -pequeños negocios que venden dulces o refrescos- y promueven un turismo más inclusivo.

“Todavía se puede vivir experiencias auténticas relacionadas con la Naturaleza”, afirma la directora de la Oficina de Turismo de Túnez en España, Leila Tekaia, quien relata cómo los viajeros pueden experimentar el Sahara, el mayor desierto del mundo, interactuando con sus comunidades locales, descubriendo su arquitectura tradicional de ladrillos de arcilla o disfrutando de un café sin cafeína, elaborado a base de huesos de dátil.

Tekaia también destacó la progresiva introducción de medidas sostenibles como la prohibición del uso de plástico en la isla de Djerba, medida que también están aplicando otras islas mediterráneas como la italiana de Capri.

En Galápagos, las “islas encantadas” de Ecuador, se trata de evitar la masificación y “buscar al turista consciente para preservar su enorme fauna marina y terrestre", apunta el subsecretario de Promoción del Ministerio de Turismo del país, Santiago Granda.

Por eso las rutas aéreas hacia las islas no se han incrementado desde 2002 y el número de plazas de los cruceros se mantiene sin cambios desde 2004; además, los barcos deben seguir estrictas normativas con itinerarios detallados y puntos de visita específicos.

En tierra, la riqueza natural del Parque Nacional de Galápagos la muestran guías especializados que. además, se encargan de prever posibles excesos por parte de los turistas.

La protección de la biodiversidad se promueve en distintos países, como Uganda, donde existen reglas estrictas para el avistamiento de gorilas y chimpancés que habitan sus selvas en libertad: los visitantes deben ir acompañados de guías formados, mantener una distancia mínima de separación de ocho metros de los primates y limitar su tiempo de observación a una hora.

Las medidas sostenibles, incluidas las de movilidad, ocupan un lugar destacado en este tipo de turismo, como sucede en países como Finlandia que “llevan la sostenibilidad en el ADN”, según David Campano, responsable de su Oficina de Turismo en España.

Este país nórdico cuenta con hoteles que calculan la huella de carbono de la estancia, una web que mide el impacto ambiental de todo el viaje, así como actividades para recorrer sus paisajes sin perjudicar el entorno, con motos de nieve eléctricas.

En Eslovenia, los Alpes se pueden recorrer sin automóvil gracias a un servicio de autobuses gratuitos que conecta, sobre todo en verano, los diferentes puntos de senderismo y, además, el alquiler de bicicletas está disponible en prácticamente todo el país, para explorar tanto las áreas naturales como las principales ciudades. EFE