Melilla, 23 ene (EFE).- El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha solicitado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la conversación telefónica que han mantenido este jueves sobre la reapertura de la aduana comercial, que las buenas relaciones con Marruecos “no sean a costa de Melilla”, que en este momento es “la Cenicienta”.
En unas declaraciones facilitadas por el Gobierno de Melilla, Imbroda ha apuntado que la llamada del ministro de hoy es la primera comunicación que recibe del Ejecutivo español en casi seis años y medio para hablar de la crisis provocada por el cierre unilateral de la aduana comercial por parte de Marruecos en agosto de 2018.
Según el presidente melillense, Albares le ha transmitido “lo que ya se sabe”, que es que España y Marruecos mantienen muy buenas relaciones y tienen un acuerdo político adoptado y firmado sobre la apertura de la aduana comercial, que se realizará por fases “para que vaya al compás de las necesidades marroquíes”.
“No voy a hablar de exigencias, sino de las necesidades marroquíes”, ha puntualizado Imbroda, a quien el ministro también le ha precisado que “no se trata de que no se vaya a conseguir (la reapertura de la aduana), sino que es cuestión de tiempo”.
Imbroda le ha contestado que es el primero que está de acuerdo en que España mantenga unas “relaciones excelentes” con Marruecos por razones comerciales, de control de la inmigración y el terrorismo, pero no le parece bien “que sea Melilla la Cenicienta que tenga que pagar” por ello.
“Si las relaciones son excelentes para España, también tienen que serlo para Melilla”, ha dejado claro Imbroda para recordar que la ciudad lleva seis añoso que se le dé “una respuesta real a un cierre hostil de la aduana comercial”.
Además ha puesto de manifiesto ante el ministro que le parece “una entelequia hasta que eso no esté claro y diáfanamente en marcha”, dada la “inseguridad jurídica” que sufren los empresarios que quieran exportar o importar mercancías por la falta de claridad que hay hasta el momento.
El presidente de Melilla también ha dicho a Albares que “es una humillación” que no se esté aplicando el régimen de viajeros en la frontera terrestre con Marruecos en ambas direcciones y de una manera recíproca, ya que se puede cruzar con pequeñas compras y enseres personales a la ciudad autónoma “pero de Melilla a Marruecos no se puede pasar ni un paquete de frutos secos”.
Por último, también se ha quejado al ministro de Exteriores por el hecho de que el Gobierno de España no haya compensado a Melilla con medidas económicas y sociales tras el cierre de la aduana comercial en 2018, momento en el que vio “cercenada una parte importante” de su economía, máxime cuando tiene la renta per cápita y el PIB más bajos de España.
"Lo que no podemos es callarnos ante lo que ha sido una afrenta para Melilla”, ha aseverado. EFE