La Policía dice que Villarejo usó ambiguamente llamadas de Del Rivero en caso Repsol-Caixa

San Fernando de Henares (Madrid), 21 ene (EFE).- Los servicios de inteligencia que supuestamente encargaron en 2011 los entonces jefes de seguridad de Repsol y CaixaBank al excomisario José Manuel Villarejo para frenar el intento de toma de control sobre la petrolera de Sacyr y Pemex incorporaban información obtenida de los tráficos de llamadas del empresario Luis del Rivero.

Así lo ha declarado este martes ante la Audiencia Nacional un instructor de Asuntos Internos, que ha relatado que los informes estaban redactados "con cierta ambigüedad", ya que no decían abiertamente que había aspectos recogidos a través de llamadas, sino que hablaban, por ejemplo, de "fuentes fiables".

Se trata del primer testigo que comparece ante el tribunal, que desde esta semana juzga esta pieza separada sobre los negocios del excomisario que investiga el 'proyecto Wine', sobre la presunta contratación, en 2011 y 2012, de empresas de Villarejo para investigar el intento de toma de control de Repsol por parte de Sacyr y Pemex.

De acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, el Grupo Cenyt, cuyo titular real era Villarejo, por medio del también acusado Rafael Redondo, considerado su socio, emitió a Repsol y CaixaBank tres facturas, por un importe total de 389.400 euros, que estos clientes desembolsaron a partes iguales.

La intervención del instructor de Asuntos Internos se ha basado, en buena medida, en los documentos incautados al expolicía, tanto trabajos como agendas, que dejarían constancia del "control" a Del Rivero, expresidente de Sacyr, del que se buscaba conseguir pruebas de posibles "irregularidades cometidas".

En esta línea, los trabajos llegaron a hacer "una amalgama de informaciones vinculadas a casos de corrupción más o menos conocidos en la época, sin tampoco datos concluyentes", ha contado el testigo, que ha mencionado que, "desde el primer informe", Cenyt ya había ofrecido "explícitamente" vigilancias y seguimientos.

Por otro lado, ha afirmado que el excomisario estaba en "servicio activo" en la Policía Nacional cuando, aun sin haber solicitado la compatibilidad de actuaciones, realizó los encargos.

Es más, ha profundizado en que la forma de obrar de Villarejo no tenía "nada que ver con el proceder de un agente encubierto" pues se presentaba con su nombre, y ha dicho que el dinero que éste recibió por los encargos no generó "ningún retorno a la Administración" sino que se destinó a su estructura societaria e, incluso, a pagar su hipoteca.

Esta versión contradice la del expolicía, que en 2021, en fase de Instrucción, señaló que los encargos le habían llegado a través del ya fallecido Miguel Ángel Fernández Chico, antiguo Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, que le contó que Repsol estaba teniendo problemas con compañías rusas y mexicanas.

Partiendo de las anotaciones de Villarejo en su diario, el testigo se ha remontado a cómo se gestó la contratación en octubre de 2011, cuando, con motivo de la celebración del patrón de la Policía, el exjefe de la UDEF José Luis Olivera presentó al excomisario al que fuera jefe de Seguridad de Repsol Rafael Araujo.

Dos días más tarde se produciría la primera cita con Araujo. "'Primero hay cierta tensión, luego cierto relajo'", ha leído el instructor de Asuntos Internos de la agenda, y ha recordado que el primer informe intervenido data de esa misma fecha.

En él, titulado 'River: Prospectiva', se hace una propuesta de proyecto de inteligencia, cuyo coste inicial se fija en 90.000 euros más IVA, una cuantía que "coincide" con los primeros pagos que efectúan el mes siguiente Repsol y CaixaBank.

El objeto del trabajo sería el "descubrimiento de acciones atípicas de RIO", alias Del Rivero. Tras la negativa inicial de Araujo, ha proseguido, a finales de aquel octubre éste "llamó para dar el 'ok'".

Coincidiendo con la primera factura, las partes celebraron una comida a la que, a tenor de la misma fuente, asisten el exjefe de Seguridad de Repsol, acompañado por su homólogo en CaixaBank, Miguel Ángel Fernández Rancaño.

Del encuentro, donde se mezclan cuestiones del 'proyecto Wine' con otras "más coloquiales del ámbito policial", no hay archivo de audio intervenido pero sí un resumen "muy extenso" elaborado por Cenyt, que "anota todo hasta lo que toman de postre, un limoncello".

En él, Rancaño "insiste mucho" en delimitar "el perímetro de la actuación y los objetivos". También se habla de Pemex y de Del Rivero.

El informe 'Wine' "propiamente dicho" se emitiría el 24 de noviembre. Este ya contaría con los tráficos de llamadas del expresidente de Sacyr.

La Fiscalía Anticorrupción pide 40 años de cárcel para el excomisario; 32,5 para Rafael Redondo; 28 para Rafael Araujo; 21 para el que fuera su 'número dos', Rafael Girona, y otros 21 para Miguel Ángel Fernández Rancaño.

El Ministerio Público atribuye delitos de cohecho pasivo, cohecho activo, descubrimiento y revelación de secretos de particulares con difusión a terceros cometidos por funcionario público, descubrimiento y revelación de secretos de particulares y falsedad en documento mercantil. EFE