Pascal Plisson: "Para atraer gente al cine tienes que hacer películas esperanzadoras"

Documental ‘We have a dream’ de Pascal Plisson refleja la inclusión y el amor incondicional hacia niños con discapacidad, mostrando realidades diversas de Francia, Nepal y Kenia en su camino hacia la superación

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Guillermo Cabellos

Barcelona, 17 ene (EFE).- El cineasta Pascal Plisson, autor del exitoso documental 'Camino a la escuela', regresa 10 años después con 'We have a dream', un relato sobre el espíritu de superación de cinco menores con discapacidad, "una película esperanzadora" con la que el director espera atraer a los espectadores al cine, ha dicho en una entrevista con EFE.

En este film, que se estrena en España el próximo 24 de enero, Plisson resigue las vidas de Xavier, Charles, Antonio, Maud, Nirmala y Khendo, seis niños y niñas que padecen algún tipo de discapacidad y que se enfrentan a ella desde culturas y situaciones socioeconómicas muy distintas.

"En los países pobres, los niños con discapacidad son mucho más bienvenidos que en los occidentales –reflexiona Plisson sobre su experiencia en Nepal, Kenia o Brasil–, no hay niños que se queden atrás. Es imposible. Todos los niños deben ir a la escuela y se les forma a todos en la inclusión".

En contraposición, el cineasta se ha encontrado con que en Francia se aboga más por poner a las personas con discapacidad "a un lado" y crearles "su propia escuela sin incluirlos".

Estas diferencias también se encuentran de un modo inversamente proporcional en las ayudas que dan los estados a estos niños, ya que tanto Maud, francesa, como Nirmala y Khendo, nepalíes, necesitan una prótesis en la pierna para andar: mientras el gobierno francés ofrece toda la ayuda que necesita Maud, Nirmala y Khendo tienen que buscarse la vida para conseguirla.

En lo demás, 'We have a dream' muestra un punto de partida común: todos estos niños reciben un amor incondicional por parte de sus familias.

"La idea surgió cuando rodaba 'Camino a la escuela' hace 10 años y uno de los chicos iba en silla de ruedas. Para mí era algo que desconocía y me encontré con tres hermanos y una madre que mostraban cómo el amor tenía un poder increíble para conseguir que el hijo mayor llegara cada día a la escuela", comenta Plisson.

A partir de ahí, el cineasta francés inició un periodo de seis meses de búsqueda de historias, algunas mediante una ONG y otras a través de sus contactos en distintos lugares del mundo.

"Tenía unas 40 historias posibles, pero algunas eran demasiado tristes para ser mostradas", recuerda Plisson, que añade que "para atraer gente al cine tienes que hacer películas esperanzadoras".

"Si haces un documental en televisión, puedes tomar este ángulo y mostrar una vida más dura, pero si quieres llenar una sala de cine comercial, tiene que haber esperanza, de lo contrario es difícil", subraya el cineasta.

Tanto es así que desde su estreno en Francia en 2023 ya la han visto más de 100.000 estudiantes, algo que refuerza la intención paralela del documental de servir como material de trabajo sobre inclusión de los alumnos con algún tipo de discapacidad en los colegios.

"Han proyectado la película en todas las escuelas de Francia, lo que es muy importante, porque nos hemos dado cuenta de que los niños están muy abiertos a tener compañeros con discapacidades en sus clases", insiste Plisson.

La aportación del director no se queda solo ahí, ya que después de rodar el documental ha conseguido que distintos mecenas se hagan cargo de las necesidades de los protagonistas, de modo que ya se ha construido una casa para Xavier, un niño ruandés albino; mientras que Nirmala y Khendo han dado con una empresa que se hará cargo de sus prótesis.

Este final optimista refuerza una de las frases que dice Maud en el documental y que Plisson recuerda a EFE durante la entrevista: "todo llevará más tiempo y será más difícil, pero si tienes la fuerza, puedes hacer lo que quieras". EFE

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