Madrid, 17 ene (EFE).- El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha vuelto a poner a prueba este viernes al Gobierno al anunciar la ruptura de todas las negociaciones sectoriales -incluida la de los presupuestos- y reclamar una reunión urgente en Suiza, pero el Ejecutivo sigue confiando en que podrá restablecer puentes mediante el diálogo.
Trabajarán "hasta la extenuación" para conseguirlo, ha dicho la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en declaraciones a la prensa en Málaga, después del anuncio hecho por Puigdemont en Bruselas.
Montero ha recordado que ya se han dado otras situaciones "complicadas, adversas", en esta legislatura y en la anterior, y que el Gobierno ha sido "capaz de reconstruir la confianza y de llegar a acuerdos y establecer el diálogo".
En ese sentido, ha apuntado que el Gobierno de Sánchez es "inagotable en su capacidad de acuerdo y de diálogo", por lo que seguirán "trabajando" con Junts y con el resto de grupos políticos.
También en Málaga, el ministro de Función Pública, Óscar López, ha señalado que el Gobierno "no se va a cansar" de dialogar y de buscar acuerdos, porque "nunca ha satanizado a nadie, como han hecho otros", y que "sigue avanzando en una hoja de ruta muy clara y va a seguir haciéndolo".
De forma similar lo ha expresado otro peso pesado del Ejecutivo, el ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, quien desde Valladolid ha subrayado que el diálogo es la "seña de identidad" del Gabinete de Sánchez.
Al margen de las respuestas públicas de los ministros, desde la dirección del PSOE se ha preferido no hacer una valoración de la decisión de Junts.
Fuentes socialistas han apuntado a EFE que las negociaciones con el partido de Puigdemont seguirán en la discreción que siempre mantienen en estas conversaciones.
Por su parte, el socio de Gobierno, Sumar, ha restado importancia al anuncio de Puigdemont.
Fuentes de este partido han señalado que es una escenificación con la que Junts busca ganar tiempo para la negociación, por lo que no ven en ello ningún drama.
Justo al contrario ha reaccionado el PP, cuya secretaria general, Cuca Gamarra, ha considerado desde Badalona que, tras el anuncio de Puigdemont, el Ejecutivo "está muerto", porque "no tiene capacidad de gobernar" ni una mayoría parlamentaria que le respalde.
"Está claro que si un Gobierno no puede aprobar un presupuesto, leyes y decretos, evidentemente, el único camino que tiene es consultar a los españoles y la única fórmula posible es a través de las urnas, convocando elecciones", ha añadido Gamarra.
La secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, ha expresado su "respeto" a la decisión de Junts, aunque para añadir que en Esquerra "no hay prisa para que gobierne el Partido Popular con Vox y la extrema derecha". EFE