Zaragoza, 20 dic (EFE).- La Audiencia de Teruel ha condenado a un hombre a 7 años y 6 meses de prisión por agredir sexualmente de forma continua a su hija desde los 6 hasta los 14 años de edad, situación que comenzó poco después de fallecer la madre, en 2013.
El tribunal considera a tenor de las pruebas presentadas que el procesado, de nacionalidad marroquí, se prevalió de su relación de parentesco con su hija menor para mantener relaciones sexuales diversas tanto en el salón de la vivienda como en el dormitorio, aunque admite que no está probado que llegara a penetrar a la joven.
En su relato de hechos probados, la Audiencia de Teruel destaca que durante los primeros años, la menor no manifestó desacuerdo con la conducta de su padre, pero que al cumplir 10 años empezó a sentirse incómoda y a resistirse, pidiéndole expresamente a su padre que cesara y que no quería seguir.
Señala, además, que a causa de estos hechos la menor, actualmente bajo tutela del Gobierno aragonés, desarrolló trastornos de ansiedad y depresivos, y llegó a realizar actos autolíticos que motivaron una inspección psicológica que culminó con la denuncia interpuesta por estos hechos.
En su sentencia, el tribunal valora la credibilidad del testimonio prestado de forma continua por la menor, que considera "coherente, detallado, consistente y carente de ambigüedades o contradicciones de relevancia".
Los magistrados consideran al acusado responsable de un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años y le impone 7 años y 6 meses de prisión, privación de la patria potestad sobre la menor durante 6 años, alejamiento de la misma a lo largo de 10 años y una indemnización de 8.000 euros por los daños morales causados a la víctima. EFE